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El dolor de 22 familias que lloran parientes tras explosión SC sin un cuerpo para despedirse

San Cristóbal, RD.- Profunda tristeza, dolor e intranquilidad es lo que viven unas 22 familias en San Cristóbal por falta de respuestas acerca de los restos de sus parientes, quienes perdieron la vida en la catastrófica explosión del pasado 14 de agosto.

La señora Fiordaliza Rivera es una de las que espera que la regrese la paz a su vida. A casi un mes del devastador fuego no ha recibido nada de lo que fue el cuerpo de su sobrino José Vicente Dicent Rivera, de 58 años. Este es una de las víctimas sin identificar entre los restos.

 “Yo no quiero recordar… eso me está matando porque yo no quiero estar en esta galería, porque me lo acuerda cuando él venía a beber café”, dijo Fiordaliza entre lágrimas al equipo del programa  Desclasificados con Addis Burgos.

Ella, como las demás familias de las víctimas, realiza viajes casi diarios al Instituto Nacional  de Ciencias Forenses (Inacif) con la esperanza de encontrar algo. Algo que le deje saber el final de su pariente y no quedar con la duda de que solo se haya vuelto cenizas aquel día.

El inacif ha tenido la tarea de proceder con la identificación de  todas las víctimas, a la fecha son más los cuerpos sin identificar que los identificados.

Sin embargo, según explica Francisco Gerdo, director del Inacif, allí reposan 20 secciones de cuerpos humanos que posiblemente pertenezcan a 20 cadáveres o menos, su condición es totalmente irreconocible debido al grado de calcinación que sufrieron.

Puede implicar hasta tres meses el riguroso proceso al que deben ser sometidos para identificación, debido a que las altas temperaturas degradan parte del ADN, apuntó Gerdo.

El sufrimiento de otras familias en San Cristóbal

Así como José, muchos otros quedaron desaparecidos tras aquella explosión.

También es el caso de Eridania Jorge Alcántara, de 38 años. Forma parte de la lista, perdió la vida junto a su esposo Faustino Nivar, de 49 años. Justo ese día salieron juntos a comprar tela a Casa Toledo para tapizar muebles.

Luisa Alcántara, hermana de Eridania, al momento de ser avisada por su sobrino de la explosión  se encontraba fuera del país. Compró un vuelo de urgencia y terminó encontrándose con la peor pesadilla que jamás había tenido.

Relata sentirse indignada al no saber nada del paradero de su hermana a un mes de aquel lamentable siniestro.

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Continúa  yendo al Inacif con la esperanza de recibir la noticia de que han encontrado algún rastro de su hermana.  A su cuñado lograron identificarlo debido a una varilla que tenía en un pie. Explicó a pesar de la familia querer realizar una prueba de ADN al cuerpo en el Inacif le dijeron que ya el caso estaba cerrado.

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