El sistema de salud falló de manera trágica en el caso de David de los Santos. Después de sufrir golpes y maltratos en un destacamento policial, su estado de salud era precario cuando llegó al Hospital Moscoso Puello.
Los familiares y amigos que estaban a su lado se dieron cuenta de que su condición no solo se debía a las heridas visibles, sino también a la falta de atención médica adecuada. La demora en brindarle la atención necesaria y la aparente negligencia dejaron en evidencia una falla más en el sistema, ya que el derecho fundamental a la salud fue negado en un momento crucial.