Reporte Especial

Estafa inmobiliaria 2.0 

Santo Domingo. – Después de la denuncia interpuesta por cuatro personas que afirmaron ser víctimas de una estafa inmobiliaria con vicios de construcción e incumplimiento de un contrato de venta de una vivienda, Luis Rivera señaló a Óscar Gómez, del Grupo Gómez Oriental, como el responsable de dicho incumplimiento. 

En esta coyuntura, Óscar Gómez se presentó en las oficinas de Reporte Especial para ofrecer su versión de los hechos y rebatir tales acusaciones. 

A medida que avanzaba la investigación, un creciente número de afectados se unieron a la lista de denunciantes, dejando al descubierto la magnitud del presunto fraude inmobiliario y la extensión del daño causado a estos, al igual que Óscar Gómez señalan como artífice de la trama a la empresa My Three Sons, representada por Pedro Adrián. 

Según el testimonio de Óscar Gómez, las acusaciones de Luis Alberto Rivera, quien desembolsó un millón y medio de pesos para adquirir una vivienda en el proyecto habitacional Estrella Marina, están equivocadas. 

Gómez afirma que desde el 2019 transfirió todas las responsabilidades a través de un contrato transaccional a la empresa My Three Sons. Ahí se comprometió la entidad a terminar todas las viviendas que hasta ese momento habían sido objeto de promesa o venta. 

“El señor Luis Rivera, después de que le notifiqué el acuerdo transaccional entre la compañía y nosotros y le dijimos que fuera donde los abogados del señor Pedro Adrián para que allá se pusieran de acuerdo en lo que se iba a hacer, porque ya yo estaba fuera de ese proyecto. Entonces él arremetió contra mí a nivel personal y me llevó al tribunal, a la Cámara Penal y me hizo una demanda penal porque él entendía de que yo era responsable de eso”. 

Óscar Gómez

Relación empresarial

Una notificación enviada por Óscar Gómez, representante del Grupo Gómez Oriental, establece que, la relación comercial entre su empresa y My Three Sons, representada por Pedro Adrián, un cubano de nacimiento naturalizado estadounidense, se mantuvo activa desde 2016 hasta 2019. Durante este período, acordaron que la empresa constructora adquiriría los terrenos propiedad de My Three Sons mediante financiamiento para la construcción de viviendas, las cuales serían posteriormente vendidas a terceros. 

Como resultado de esto, según el testimonio de Óscar Gómez, en el año 2019 firmó un acuerdo transaccional con Pedro Adrián. En dicho acuerdo, Adrián se compromete a «asumir la responsabilidad de finalizar las viviendas con contratos firmados hasta la fecha. Se dará prioridad a las casas con saldos positivos en términos del costo del terreno, los gastos de construcción y el precio de venta. Posteriormente, se completarán las viviendas con saldos negativos o que presenten conflictos con terceros, asegurando así una resolución equitativa y eficiente».

En adicción, en el contrato se estableció que Pedro Adrián, autorizó a Ángel Gómez Ávila, padre de Óscar Gómez, continuar construcción en Estrella Marina. Además, se le permitió al grupo Gómez Oriental utilizar espacios de trabajo hasta la finalización de las casas. 

En el acuerdo transaccional también se delegó a Gómez Ávila la responsabilidad de terminar las viviendas en construcción. Entre esos lotes se encontraban el 92, 348, 327, 391, 96, 370 y 393, este último perteneciente a la casa de Luis Alberto Rivera. 

Una cláusula establece que al salir Gómez, el propietario de Estrella Marina, Pedro Adrián, autorizó que Francisco de Jesús, se convirtiera en administrador del proyecto.

Las demandas 

Según el testimonio de Óscar Gómez, no habían pasado ni siquiera 12 meses cuando las demandas comenzaron a llover sobre sus nombres. El caso de Rivera no fue único, y no solo se vendieron casas, sino también edificios de apartamentos, sumando más de 40 personas las afectadas. 

El noviembre del 2021, My Three Sons recibió una notificación de demanda, en la cual se solicita que cumpla con el contrato transaccional. Esto con el objetivo de poner fin a las demandas presentadas tanto por compradores como por proveedores en instancias civiles y penales contra Óscar Gómez. A la fecha todavía circula en el Palacio de Justicia de La Romana la querella interpuesta a la empresa My Three Sons. 

Óscar Gómez afirma siempre ha estado presto a resolver los problemas surgidos después de que su empresa y My Three Sons terminaran su relación comercial. Según él, My Three Sons fue la que incumplió el contrato que él había firmado con ellos. Esto, a su vez, llevó al incumplimiento de las responsabilidades que él había asumido cuando eran socios.

Afectados 

Muchos de los defectos en áreas comunes de la residencia Estrella Marina, Óscar Gómez mostró imágenes de que a su salida no estaba así. 

A pesar de esto, Harry Marrion, señala que Óscar Gómez, a quien le entregó más 100 mil pesos para dar inicio a la compra de un apartamento que se estaría desarrollando en el mismo residencial Estrella Marina, asegura que este no cumplió con lo que le había prometido a él a sus quienes también habrían invertido miles de pesos. 

Los señalamientos contra la empresa My Three Sons no solo vienen de Óscar Gómez, a estos se suma otros. 

Luis Senfis Johnson en el 2021, tras más de 30 años de trabajo en los Estados Unidos y pensando tener una casa donde vacacionar en su natal Romana, tomó la decisión de adquirir una vivienda en el Residencial Estrella Marina. Pero asegura que los representantes de la empresa My Three Sons le presentaron a Ángel Gómez Ávila, padre de Oscar Gómez, a quien se citó anteriormente. Conforme sus palabras, este tendría la responsabilidad de construir su casa. 

Entre los señalamientos a My Three Sons figuran: Pedro Adrián y Francisco de Jesús, el equipo de Reporte Especial, decidió contactar a estos. De Jesús se negó a dar una explicación y quedó en comunicarse con el señor Adrián, pero en ningún momento dio una respuesta. 

Senfis entregó casi 5 millones de pesos por una casa en la que ha tenido que invertir altas sumas para acondicionarla. Además, lamenta que cosas como estas ocurran en el país. 

Igualmente, asegura que esto desmotiva a que nuevos inversores confíen en las leyes dominicanas, donde, ni los propios oriundos se salvan. 

Nuevo afectado

A la lista se suma, Mathurin Kenchoug, un canadiense, quien firmó un contrato con My Three Sons, para la adquisición de una casa. Eso fue hace dos años, y al momento no tiene casa, ni dinero. 

Kenchoug a finales del 2021, reservó la casa con 5 mil dólares y luego transfirió 18,800 dólares, completivo del 20% de una casa modelo Calamar. Esta residencia tendría una superficie de 252 metros cuadrados, valorada en 119 mil dólares. 

Según el testimonio de Mathurin Kenchoug, tras la pandemia del Covid-19 no pudo salir de su país para recibir la propiedad, ya que era imposible debido al cierre de los aeropuertos, por lo que Francisco Antonio de Jesús, represente de la entidad My Three Sons, le envío una notificación en mayo del 2022, rescindiendo del contrato. 

El acto de venta establece que, si un cliente no puede o no quiere formalizar el contrato de promesa de venta definitiva dentro de un plazo de 100 días laborables, entonces toda la suma otorgada por concepto de separación a bonos quedaran a favor de la empresa como compensación de daños y perjuicio por el tiempo que el inmueble tuvo fuera del mercado sin poder ser vendido a un tercero. 

Tras My Three Sons, rescindir del contrato de venta con Kenchoug y negarse a devolverle los 23,800 dólares, o un pago parcial, este le envió una intimación de pago el 11 de julio del 2023, la cual recibió, pero nunca respondieron. 

Mathurin Kenchoug, asegura que en el 2023 viajó a La Romana intentando mediar para adquirir una casa en el mismo proyecto, debido a que la que él había apartado fue vendida, pero los representantes de My Three Sons, le informaron que las casas habían duplicado sus precios. 

A la fecha, Kenchoug espera que la empresa My Three Sons, le devuelva el dinero que este le entregó. 

Por Carmen de los Santos. 

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