Santo Domingo. – Cada dos días en promedio un inmigrante haitiano comete un delito en territorio dominicano. Las infracciones perpetradas por algunos de estos extranjeros abarcan un amplio espectro que va desde robos hasta los más atroces crímenes como violaciones y homicidios, según datos de la Policía Nacional.
El programa Reporte Especial con Julissa Céspedes, que se transmite todos los domingos por CDN Canal 37, investigó el submundo criminal haitiano que se desarrolla en medio de un vacío legal en la República Dominicana por tratarse de extranjeros en su mayoría indocumentados y sin domicilio fijo, lo que hace que cuando cometen delitos muchas veces quedan en la inimputabilidad.
En el 2023, los medios de comunicación dieron cobertura a tragedias en las que presuntamente se involucraron algunos malhechores de nacionalidad haitiana. Sin embargo, meses después de estos hechos, las fuerzas del orden público aún no han podido dar con el paradero de los sospechosos.
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Registro Policial
En el 2017, la Policía Nacional registró 978 haitianos vinculados a actos ilícitos, al menos 930 en 2018; y 1,103 casos en 2019. En el 2020 y 2021 se registraron 517 y 357 casos, respectivamente.
El principal delito en el que están involucrados los haitianos es el robo, con un total de 2,569 casos entre 2017 y 2021. Le siguen los delitos de heridas con 541 implicados, homicidios con 342 casos y agresiones físicas con 165 registros para el mismo período.
Otros ilícitos con presencia de haitianos que fueron reportados son abusos sexuales con 93 casos, riñas con 59, porte ilegal de armas con 30, falsificaciones con 27, venta de drogas con 23, incendios de propiedades con 21 y secuestros con 15 casos.
Para la Policía Nacional es mucho más delicado hacer su trabajo de prevención y persecución del delito cuando se trata de haitianos, pues tienen que manejarse con “guantes de seda” para evitar que los acusen de racistas y xenófobos.
Cabe destacar que la mayoría de la diáspora haitiana en República Dominicana está integrada por personas trabajadoras y respetuosas de las leyes, pero no se puede ignorar que una minoría de individuos se ha involucrado en actividades delictivas que mantienen en zozobra a varias las comunidades en esta parte de la isla.
Haitianos involucrados en crímenes atroces
El más reciente caso es un crimen que conmocionó a la ciudad de Mao, provincia Valverde. Se trata del homicidio de Dulce María Barrera, conocida como «Doña Nena», de 82 años. Se halló su cuerpo con múltiples puñaladas en el baño de su vivienda.
De acuerdo con las investigaciones preliminares de las autoridades, la anciana fue atada de pies y manos antes de recibir alrededor de cinco estocadas mortales. Actualmente, se busca un haitiano de entre 20 y 26 años, apodado «Keke», quien se ha convertido en el principal sospechoso del atroz crimen. El individuo solía realizar labores domésticas en la vivienda de la víctima.
En abril de 2023, la Policía Nacional inició la búsqueda de cuatro haitianos sospechosos del asesinato ocurrido en el municipio de Neiba de Francisco Cuevas Díaz y Rosa Medina Cuevas, de 45 y 36 años, respectivamente.
Uno de los implicados, solo identificado como «Osi», huyó de la comunidad de Los Roa junto a su familia la noche del crimen de la pareja. Otro apodado «Yefri» había transportado a Cuevas Díaz previo al homicidio. Se presume que el móvil fue el robo tras una millonaria ganancia obtenida en las galleras.
Caso Merline Meyant
Mientras que, en el 2023 en Puerto Plata, Merline Meyant, una mujer haitiana y madre de 5 niños, denunció que Jean-Jacques Jameson, quien era su pareja, abusó sexualmente de su hija desde que tenía sólo 8 años, pero sus actos depravados no se detuvieron ahí.
También está acusado de envenenar con un pesticida a Miguel Martínez Meyant, un adolescente de 19 años, hijo de Merline y del dominicano Miguel de Jesús Martínez Ramos.
Como si esto no fuera suficiente, Jameson posteriormente raptó a dos menores de dos y seis años, hijos de Merline. Se dice que huyó con ellos cruzando la frontera hacia Haití, donde presuntamente ha encontrado refugio.
Caso Cielo García
El próximo 17 de mayo se cumplirán 7 años de uno de los casos de violencia más atroces que ha sacudido a República Dominicana. Se trata del crimen perpetrado contra la adolescente Fausta Antonia Sena García, mejor conocida como Cielo García, quien en aquel entonces tenía apenas 14 años.
Los hechos ocurrieron en 2017 en Pedro Brand. La menor se encontraba en el río La Peñita y se cruzó con un haitiano identificado como “Jefry”, quien la acechaba obsesionado.
Este individuo atacó a la jovencita con un machete, propinándole más de 20 machetazos, incluso intentando decapitarla. Los brazos de Cielo García quedaron destrozados, forzando a los médicos a amputarlos para salvarle la vida, un precio demasiado alto para una niña.
A cinco años de esta agresión, las autoridades dominicanas no han podido capturar a “Jefry”, quien dejó un trauma insuperable en Cielo García.
Estos criminales se convierten en “fantasmas” del sistema judicial dominicano, porque desafían los procesos al no poder ser identificados ni procesados. Son intocables tras ejecutar sus fechorías, desapareciendo sin dejar rastro alguno que permita su enjuiciamiento.
