Santo Domingo, RD.- Pese a que en los últimos años el servicio eléctrico ha experimentado una mejora importante, todavía son constantes los cortes, falta de un servicio confiable y quejas por una factura cada vez más alta.
El Reporte Especial con Julissa Céspedes se adentró en la compleja realidad del sistema eléctrico para dar respuesta a un clamor y preocupación que comparten la mayoría de los dominicanos: el costo de la luz se dispara y no se corresponde con el servicio.
Céspedes presentó una serie de casos de usuarios que denunciaron un aumento excesivo en sus facturas eléctricas sin una aparente justificación.
Mario Herrera, quien expresó su indignación a través de las redes sociales, sostuvo que en marzo recibió un cargo de 1,785 pesos, que se incrementó a 2,163 pesos en abril y a 4,027 pesos en mayo. El golpe más fuerte llegó en junio y julio, cuando se encontró con facturas de 11,687 y 10,954 pesos, respectivamente, para un aumento de un 513.67 %.
Herrera señaló que las EDES se aprovechan de la dependencia de la población respecto a la electricidad, forzándolos a pagar lo que ellos decidan, sin tener en cuenta la capacidad económica de los dominicanos.
Los costos que disparan la factura eléctrica
El aumento de la factura, que tiene a la población con el grito al cielo, muchas veces depende de los cargos tarifarios. La tarifa no es más que el monto del dinero que se paga por la potencia consumida, y lo fija el distribuidor de la electricidad, reflejándose en el costo mensual que paga el consumidor.
La periodista Julissa Céspedes deserredó los misterios detrás de las tarifas.
Entre las líneas de la factura se esconden una serie de componentes que podrían aumentar el costo que paga el consumir.
El primero es el “costo de suministro”, que se esconde como una sombra en la factura. Es el precio medio de compra de energía que las empresas distribuidoras pagan para abastecer casas y negocios. El segundo es el “valor agregado de distribución“. Este monto cubre todas las inversiones que estas compañías realizan para llevar la energía hasta los hogares: redes, transformadores, cables, medidores.
Y el más importante, el “costo de peaje de transmisión”, un tributo que se paga a la empresa a cargo de transmitir la energía. Estos componentes se actualizan cada cuatro años. Su valor puede cambiar mensualmente debido a variables como los precios de los combustibles y la tasa del dólar.
La razón por la que el precio que se paga la energía puede aumentar o reducirse entre un mes y otro se debe mayormente al costo de abastecimiento. Pero, este cambio no se percibe debido al subsidio.
En adicción a esto, están los cargos fijos, los cuales, dependiendo del consumo, se puede una tarifa u otra, y este monto es independiente de si se utiliza o no la energía.
Tarifas fijas que se reflejan en la factura eléctrica
El Reporte Especial analizó las profundidades de las escalas tarifarias. Descubrió tres niveles de consumo. El primero, en el que la energía tiene un precio de 6.05 por kilovatio hora. El segundo, con un costo de 8.59 por kilovatio hora para aquellos que superan los 200 kilovatios hora. El tercero es 12.09 para aquellos que consumen entre 301 kilovatios y 700. Y finalmente, el escalón más elevado, para aquellos consumidores que superan los 700 kilovatios hora el precio es de 13.09 por kilovatio hora.
Protestas creativas por aumento de factura eléctrica
Varias personas que consideras injustificable el aumento a sus facturas de la luz han decidido cambiar las tácticas tradicionales de protesta por un acto creativo y pacífico.
Un joven llevó a cabo una peculiar acción: preparó un licuado de cereza dentro de una de las oficinas de Edenorte Dominicana. Su motivo era claro y contundente, ya que había pasado más de un mes desde que solicitó el servicio energético para su residencia, pero aún no habían acudido a cumplir con su solicitud.
Un momento de desesperación llevó a una familia completa a tomar una decisión drástica. Ante más de una semana sin servicio eléctrico en su hogar y la falta de respuesta por parte de Edeeste, decidieron trasladarse a una de las oficinas de la compañía para utilizar su energía. Conectaron sus aparatos electrónicos para poder recibir clases virtuales y aprovecharon el momento para arreglarse el cabello, mientras que una de las integrantes recibía educación en línea. Además, otra persona mencionó que tenía la intención de lavar su ropa en las instalaciones de la entidad.
