Santo Domingo, RD. – La deslealtad y la falta de convivencia no es algo nuevo en la Cámara de Cuentas. En la gestión que presidió Andrés Terrero, en el 2008, la crisis entre los miembros del pleno fue tan fuerte como ahora.
En el 2008 la pugna entre los miembros del Pleno de la Cámara de Cuentas era insostenible. El presidente del organismo Andrés Terrero, fue señalado por sus compañeros como el ente disociador.
En una carta enviada al para fecha presidente del Senado Reinaldo Pared Pérez, siete de nueve miembros del pleno acusaron a Terrero, de falta de liderazgo y poca capacidad gerencial.
También le imputaron haber ocultado una cuenta bancaria internacional, propiedad del organismo fiscalizador.
Sostuvieron también que Terrero hostigaba a los empleados y los hacía renunciar.
Esta otras graves acusaciones se produjeron como respuesta al discurso leido por el presidente en una misa oficiada en la Cátedral Primada de América.
Aquí el presidente hizo público la crísis que vivía la institución y acusó a los miembros del del pleno de apandillarse para lucrarse de los recursos públicos.
Aseguró que ellos incurrieron en graves faltas a la ética, ventajismo y falta de escrúpulos.
Ante la difícil situación el presidente del Senado empezó a articular un juicio político contra los honorables miembros, pero ellos se adelantaron y presentaron renuncias.
