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Juegos en línea: ¿Cómo identificar cuando se vuelven adicción? | Desclasificado 

Una investigación indica que un 50% de los adolescentes son adictos a sus dispositivos móviles.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adolescentes que pasan más de tres horas al día en sus teléfonos o en juegos en línea tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas como ansiedad, depresión y trastornos del sueño.

La periodista Addis Burgos realizó un reportaje para el programa Desclasificado donde, tras una investigación, indica que un 50% de los adolescentes son adictos a sus dispositivos móviles.

El psiquiatra José Miguel Gómez afirmó que las redes sociales ocupan la mayoría del tiempo de la vida útil de un adolescente que está en búsqueda de una identidad.

“El adolescente que está en búsqueda de una identidad, de una notoriedad, de una necesidad de apego a grupos sociales que le validen, donde se sienta aceptado, querido y validado, entonces utiliza las redes sociales como el espacio para construir esa necesidad existencial»

José Miguel Gómez, psiquiatra

De ahí que aumente a diario el apego y dependencia de los adolescentes al grupo de apoyo en que se convierten muchos extraños en línea.

La adicción a juegos en línea y dispositivos móviles

El abuso de redes sociales y juegos en línea puede afectar la estructura química del cerebro. Esto al estimular de manera excesiva la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de placer y recompensa.

Cada vez que recibimos un «me gusta» o ganamos una partida, nuestro cerebro libera dopamina, creando una sensación de satisfacción.

Sin embargo, cuando esto ocurre repetidamente, el cerebro comienza a necesitar más estímulo para liberar la misma cantidad de dopamina. Es similar a lo que ocurre con las adicciones a sustancias.

Esta necesidad de más estímulo puede llevar a una alteración en los circuitos neuronales, afectando la capacidad de atención, el control de impulsos y el bienestar emocional. Ahí el cerebro se vuelve menos sensible a otras fuentes de placer y recompensa en la vida diaria.

“Y lógicamente las consecuencias son todas las consecuencias que tiene una persona adicta’’, indicó Gómez.

A pesar de lo abrumador de esta crisis, existen soluciones. La educación y la concientización son fundamentales para combatir la adicción a los juegos en línea y al teléfono móvil.

Los padres deben establecer límites claros sobre el tiempo de pantalla y fomentar actividades fuera de línea que promuevan la interacción social y el ejercicio físico.

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