Resto del Mundo

Desalojan un bar dos veces en una noche tras sorprender a varias personas tomando copas dentro

Los policías locales verificaron que no estaban cumpliendo ninguna de las medidas de seguridad establecidas

Cuatro horas. Es el tiempo exacto que transcurrió entre la primera y la segunda visita de la Policía Local a un bar de la barriada malagueña de El Palo donde había varias personas tomando copas y, al parecer, sin respetar ningún tipo de distancia de seguridad. Las dos veces fue clausurado por los agentes, aunque tras el segundo apercibimiento, además, dieron cuenta al juzgado por si el dueño había incurrido en algún tipo de responsabilidad penal.

La primera de las actuaciones data del viernes, sobre las 23.20 horas. Una patrulla de la Policía Local de Málaga acudió al establecimiento, donde identificó a un grupo de amigos -en total, seis personas- que estaban consumiendo bebidas alcohólicas. Al parecer, además, tenían la música puesta y estaban molestando al vecindario.

Los agentes identificaron al titular del local, un joven de 32 años al que solicitaron que aportara algún tipo de justificante o de documento que acreditara el motivo por el que había gente dentro del establecimiento. Los policías locales verificaron que no estaban cumpliendo ninguna de las medidas de seguridad establecidas para evitar el contagio del coronavirus.

Los funcionarios levantaron actas de denuncias tanto al dueño del negocio como a los cinco amigos que se encontraban con él dentro del bar por una infracción al real decreto por el que se ordenó el estado de alarma en España desde el pasado 14 de marzo.

Las seis primeras denuncias se tramitaron por el artículo 36.6 de la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadano, que castiga las desobediencias con sanciones que van desde los 601 hasta los 30.000 euros. Los agentes tuvieron que insistir en varias ocasiones a los asistentes que depusieran su actitud y se marcharan del establecimiento.

Y lo hicieron, pero solo durante un rato. Cuatro horas después, concretamente a las 3.20 horas del sábado, los policías locales volvieron al local y comprobaron que en el interior volvían a estar cuatro de los denunciados anteriormente. Concretamente, el dueño y tres de sus amigos, que seguían consumiendo bebidas alcohólicas y, según fuentes cercanas al caso, molestando al vecindario por el sonido de la música.

Nuevamente, los agentes formularon otras cuatro actas de denuncia por el mismo precepto, la desobediencia recogida en el artículo 36.6 de la Ley de Seguridad Ciudadana. Pero, en esta ocasión, los funcionarios elaboraron un parte de intervención para remitirlo al juzgado por si la reiteración en la conducta podría suponer ya un delito.

Por: diariosur/malaga

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