Salud

Gustavo Montalvo anuncia se mantiene la previsión de que el primero de julio se abriría el sector turismo

Indicó que intensificarán las labores de seguimiento epidemiológico y las intervenciones comunitarias

Santo Domingo, RD.- El ministro de la Presidencia y coordinador de la Comisión de Alto Nivel para la Prevención y Control del Coronavirus (COVID-19), Gustavo Montalvo, anunció que se mantiene la previsión de que para el primero de julio se abriría el sector turismo, siempre sujeto a la evolución de los indicadores de salud y con cumplimiento de estrictos protocolos que hoy se les estarán entregando al sector.

“Para mañana hemos convocado a los gremios y líderes del sector para discutir dichos protocolos y toda medida necesaria para retomar la actividad turística sin complicaciones” expresó el ministro.

En cuanto a salud, indicó que intensificarán las labores de seguimiento epidemiológico y las intervenciones comunitarias donde haya más casos.

Discurso íntegro de Gustavo Montalvo.

Pueblo dominicano:

Como todos saben, para el día de mañana estaba planificado el inicio de la tercera fase de desescalada de medidas para la contención del coronavirus.

Este plan de desescalada siempre estuvo condicionado a que los indicadores de salud se mantuvieran en niveles que no generaran posibilidad de saturación del sistema de salud, pues la prioridad del Gobierno siempre ha sido la salud y la seguridad de las personas.

Y esto depende de todos, de que las personas guarden el distanciamiento social, de que las empresas mantengan los protocolos y de que en el gobierno tomemos todas las medidas necesarias para fortalecer la atención.

Por eso, pasamos de la fase uno a la fase dos de la desescalada, precisamente porque la situación era estable y no se mostraban mayores riesgos de desbordamiento futuro del sistema. En el mes de mayo vimos una baja en la tasa de positividad, estabilidad en el número de nuevos contagiados y disminución del uso de unidades de cuidados intensivos.

Sin embargo, en cierto sentido, el éxito que hemos logrado en las fases anteriores a la hora de controlar el COVID-19 nos ha llevado, como sociedad, a perderle el miedo, y como consecuencia a aumentar el contacto social y descuidar el uso de mascarillas.

Y al perderle el miedo al virus, estamos corriendo el riesgo de poner en peligro la salud del pueblo dominicano.

En ese sentido, tras observar detenidamente la situación en los últimos días, tenemos evidencia de que en este momento no se dan las condiciones para pasar a la fase tres.

Desde el 3 de junio, fecha de inicio de la segunda fase del plan de apertura económica tras la crisis sanitaria del coronavirus, se ha percibido un aumento significativo del número de casos por día.

En la primera fase de apertura económica el número diario de nuevos contagios fue de aproximadamente 350, mientras que para la segunda fase aumentó a una cifra cercana a 500 nuevos casos confirmados diariamente.

En menos de una semana dentro de esta fase, se exhibió la mayor cantidad de nuevos casos de personas afectadas, siendo esta 629 para el 10 de junio, y, tres días después, la mayor cantidad de defunciones en un día, totalizando 15.

De igual forma, los modelos epidemiológicos indican que el número básico de reproducción del virus ha pasado de aproximadamente 1.13 a inicios de junio a 1.23 a la fecha.

De seguir así, nuestras proyecciones muestran que los casos severos y críticos aumentarían mucho en julio, y eso podría traer como consecuencia un incremento en las tasas de mortalidad.

También tenemos otros indicadores relevantes que han aumentado en días recientes, como el porcentaje de ocupación de camas de hospitalización y cuidados intensivos de COVID-19.

De mantenerse en aumento la tasa de contagio corremos el riesgo de saturar la disponibilidad de camas y de unidades de cuidados intensivos en los próximos meses.

De hecho, en la región más afectada, el Gran Santo Domingo, el 14 de junio, teníamos ya una alta ocupación de las camas de unidades de cuidados intensivos.

Por eso no vamos a correr riesgos imprudentes y por recomendación de la Comisión de Emergencias y Gestión Sanitaria, debo informarles hoy, que no vamos a entrar por ahora en fase 3.

Vamos a permanecer en fase dos, al menos hasta la próxima semana, y nos mantendremos en constante monitoreo para determinar si la situación mejora lo suficiente fruto de las próximas intervenciones.

Durante este periodo, el Gobierno va a desplegar un mayor control de las fuerzas de seguridad pública, para reforzar el cumplimiento de las medidas de prevención.

Esto incluirá mayor vigilancia para asegurar el cumplimiento de toque de queda, así como la sanción de personas que anden en público sin una mascarilla.

De igual forma, hemos coordinado con el Ministerio de Trabajo, Proconsumidor y oficiales del orden público para intensificar los operativos de inspección en las empresas para asegurarnos que cumplan con el protocolo general y sectorial, sobre todo lo relativo al porcentaje de trabajadores, toma de temperatura, medidas de higiene, entre otros.

En el caso de las que no cumplan, la instrucción es que procedan al cierre de los locales y la imposición de multas.

En cuanto a salud, intensificaremos igualmente las labores de seguimiento epidemiológico y las intervenciones comunitarias donde haya más casos. Especialmente en el Gran Santo Domingo, llevaremos a cabo más pruebas de COVID-19 y más aislamientos de casos positivos.

En ese sentido, les anuncio que a partir de mañana miércoles se realizarán operativos puntuales en 8 áreas de salud en el Gran Santo Domingo y el Distrito Nacional. Estas intervenciones incluirán visitas domiciliarias para revisión de síntomas, realización de pruebas, distribución de mascarillas, kits de higiene, y entrega de medicamentos o traslado a hospitales en caso de ser necesario.

Además, se ha coordinado con distintos ayuntamientos y la CAASD una jornada de desinfección y control de vectores, a fin de evitar coinfecciones de COVID-19 con otras complicaciones como dengue.

Para esto, se estarán incluyendo más de 50 médicos en unidades operativas, decenas de enfermeras, promotores de salud, entre otros profesionales.

De todas formas, quiero aclarar que se mantiene la previsión de que para el 1ero de julio se abriría el sector turismo, siempre sujeto a la evolución de los indicadores de salud y con cumplimiento de estrictos protocolos que hoy se les estarán entregando al sector.

De hecho, para mañana hemos convocado a los gremios y líderes del sector para discutir dichos protocolos y toda medida necesaria para retomar la actividad turística sin complicaciones.

Estimados compatriotas,

A lo largo de su lucha contra el COVID-19 varios países se han visto en la obligación de dar marcha atrás a las medidas de apertura por repuntes de contagio.

En Europa, países como España y Francia se han visto en la necesidad de alterar la apertura planificada como consecuencia de repuntes de casos y las complicaciones del sistema de salud.

Por su parte, en América Latina, se evidencia que en Brasil, Colombia, Paraguay y Perú se ha retrasado o revertido el proceso de apertura económica, en algunos casos a nivel general, en otros casos por ciudades o departamentos.

Tenemos también el caso de Estados Unidos, donde a pesar de sus enormes recursos y los grandes esfuerzos, aún presentan una situación difícil en varios estados.

Nosotros no estamos dando marcha atrás, pero sí manteniendo en su sitio las medidas necesarias, hasta que podamos dar un nuevo paso al frente.

Ante la actual perspectiva es más necesario que nunca recordar que solo con la colaboración de todos en el cumplimiento de las medidas de distanciamiento podremos superar esta crisis.

Muy especialmente con la colaboración de los más jóvenes, que aunque se ven menos afectados por los síntomas de la enfermedad, sí son capaces de transmitirla a personas más vulnerables de su entorno.

Una vez más les digo, con conciencia y con la responsabilidad de todos evitaremos perder el terreno ganado con tanto esfuerzo.

Solo así evitaremos el fallecimiento de seres queridos y la eventual necesidad de adoptar medidas más duras a todos los niveles.

Sólo desde esa responsabilidad compartida aseguraremos tanto la salud de nuestra población como la recuperación de nuestra vida habitual.

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