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Iglesia católica dice Ministerio de Medio Ambiente es institución desaparecida y sin planes

Iglesia católica dice Ministerio de Medio Ambiente es institución desaparecida y sin planes La crítica es parte de la quinta palabra del Sermón de las Siete Palabras que pronunció Jesús en Viernes Santo, ¡Tengo Sed!
Iglesia católica dice Ministerio de Medio Ambiente es institución desaparecida y sin planes La crítica es parte de la quinta palabra del Sermón de las Siete Palabras que pronunció Jesús en Viernes Santo, ¡Tengo Sed!

La crítica es parte de la quinta palabra del Sermón de las Siete Palabras que pronunció Jesús en Viernes Santo, ¡Tengo Sed!

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Santo Domingo, R.D.-La iglesia criticó que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Humanos no tenga planes para el cuidado al medioambiente. Al tiempo de criticar que los legisladores pretendan privatizar el agua.

“La falta de conciencia, de la ciudadanía, un Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales desaparecido y aparentemente sin planes. Un intento macabro de privatizar las aguas, unido a la creciente deforestación y la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, son parte de la agenda con la que se pretende equivocadamente responder a este desafío”, critico la iglesia al dar lectura a la quinta palabra del Sermón de las Siete Palabras, ¡Tengo Sed!

En la lectura de la quinta palabra, el sacerdote Cesáreo Núñez, exhortó a que “se impone pues, volver al grito ahogado del crucificado, tengo sed. Hoy hermanos y hermanas. Esta palabra, la dice incluso el mismo planeta, tengo sed, por los niveles de contaminación que padece”.

Además, criticó que en el Congreso se discuta una ley que busque privatizar el agua, en detrimento del cuidado del medioambiente y las fuentes acuíferas.

La minería irresponsable junto a las políticas que pretenden privatizar las aguas y el alto nivel de contaminación dejan sin aliento, el planeta y muchos seres vivos mueren por la falta de agua. En este sentido la tierra misma grita tengo sed.

Quinta palabra, !Tengo sed!

Prosiguen en que “la sed de Jesús es también vivida por la inmensa mayoría de la población, que ve, como de forma desalmada, se encarece el botellón de agua que necesita, para el consumo diario. La gente tiene que comprar agua para sus necesidades habituales, mientras, los ríos mueren ante la desprotección de las autoridades, se privilegian proyectos que atentan contra la supervivencia de las fuentes acuíferas, con tal de que, nos dejen unos millones, aunque se sacrifique la biodiversidad. Y se comprometa la suerte de las futuras generaciones.

Falta de liderazgo para defender el agua

Asimismo, la iglesia en su mensaje de Viernes Santo considera que “hoy en día esta realidad, se hace visible en el mal manejo y falta de conciencia: del liderazgo local e internacional, pero lo más penoso de todo esto, es que nosotros mismos. Nos encontramos sumergidos en una ola de ceguera espiritual, y humana que nos impide ver nuestros deberes con el medio ambiente. Queremos agua, pero no protegemos la fuente que la producen y cuando la tenemos, la desperdiciamos.

También responsabilizaron a la población por no asumir un compromiso con el cuidado del agua y de la tierra.

“Es en función de nuestra dejadez, que damos paso a que, nos manipulen y maltraten, entes movidos por el egoísmo, individuos que actúan en función de un bien particular y no al comunitario que es, al cual está llamado a ejercer todo servidor público, ya sea en la industrialización, la tecnología, las construcciones indiscriminadas, la deforestación el uso de fertilizantes químicos, y de químico que afectan el equilibrio ecológico”, exclamó el sacerdote Cesáreo Núñez.

Piden responsabilidad a los ciudadanos

Invitaron a reflexionar sobre la exclamación de Jesús, Tengo Sed, apelando a la sed del mundo.

“Estamos a tiempo de asumir nuestra responsabilidad, de no desperdiciar y contaminar de forma irresponsable las aguas, lo cual, es un pecado ecológico. Es un delito que se debe considerar como un crimen de lesa humanidad. Desde este humilde ejercicio pastoral pedimos a Jesús que infunda en nuestras autoridades un verdadero compromiso con la sed de este pueblo que es también la sed de Jesús”.

Además, “les invito ahora a reflexionar conmigo esta palabra apelando a la sed del mundo en que vivimos. El papa Francisco es enfático al referirse de forma reiterada al cuidado de la casa común. Y nos advierte sobre la amenaza que supone no hacer conciencia de la responsabilidad que tenemos de preservar el planeta y los recursos con que cuenta”.  

Más contenido por Alba Nely Familia

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