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Red criminal Discovery infundía terror para operar y ganarse respeto

Red criminal Discovery infundía terror para operar y ganarse respeto

SANTO DOMINGO, RD.- El Ministerio Público ha dado con un entramado de crimen organizado que parece sacado de películas: Operación Discovery. Los chiperos, como se les conoce a los supuestos malhechores, instauraron una red criminal que operaba desde call centers o centros de llamadas.

El programa Reporte Especial con Julissa Céspedes mostró cómo los implicados realizaban estafas internacionales utilizando las Tecnologías de la Información y Comunicación de última generación desde la República Dominicana hacia los Estados Unidos.

Red criminal Discovery

La red criminal Discovery tenía como escenario la región norte y a Santiago de los Caballeros como su sede central. Desde allí infundió un régimen de terror entre las mismas estructuras criminales, utilizando la amenaza y la intimidación para granjearse respeto.

De acuerdo con la solicitud de medida de coerción del Ministerio Público, la red blanqueó unos 13 mil 750 millones de pesos.

Los implicados, que serían al menos 60, realizaban estafas internacionales en perjuicio de sus víctimas: en su mayoría adultos mayores. Posteriormente, lavaban los capitales en Santiago y Puerto Plata, evidenciando un enriquecimiento ilícito.  Ostentaban y exhibían vehículos de alta gama, compra de apartamentos y propiedades, equipos electrónicos y servicios. Utilizaban vestimentas y prendas de vestir lujosas, así como también la celebración de fiestas nocturnas con bebidas alcohólicas de alto costo.

De acuerdo con el Ministerio Público, serían 38 las personas a las que se les solicita la imposición de una medida de coerción. ¿Quiénes eran la cabecilla de la red? Ver aquí.

Primaba el terror en el modus operandi

¿Cuáles eran los modus operandi?

La supuesta red transnacional utilizaba varios modus operandis. Uno de ellos era la conformación de un centro de llamadas denominados call centers. Estos también usurpaban las funciones de agentes operadores que contactaba a las víctimas utilizando dispositivos tecnológicos con aplicaciones interconectadas a la internet. El objetivo: extorsionar y estafarlas de conformidad a un guión fraudulento previamente establecido.

El otro modus operandi era la realización de llamadas utilizando diversos subterfugios. Se apoyaban en el sextorsión. Esto consiste en la amenaza de revelar información íntima: mensajes, foto o videos sobre una víctima a no ser que esta pague al extorsionista. También utilizaban la intimidación, infundiendo  terror a personas. Les decían que, de no acceder a lo solicitado, podían secuestrarlos a ellos y su familia. Esto les garantizaba que las víctimas pudieran depositar altas sumas de dinero en dólares.

De igual forma, usaban el envío de medicamentos a través de delivery, usurpación de funciones oficiales de los Estados Unidos, como los agentes del FBI. Y recurrían al robo de identidad para compeler a los estafados a enviar dinero. Así la estructura cibercriminal movilizaba millones en el sistema financiero nacional

Amigos de la criptomonedas

El dinero lo circulaban a través de criptomonedas, transferencias espejos, depósitos por remesadoras como Caribe Express, Western Unión. Y las realizan a favor de beneficiarios, terceras personas  denominadas en las estructuras criminales como “Mulas”.

La medida de coerción acusa a la supuesta red criminal de uso, tenencia y comercialización de armas de fuego de forma ilegal. Y presuntamente estaba afiliada a la organización criminal internacional denominada Los Trinitarios.  Muchos de ellos han sido deportados desde los Estados Unidos de América. Otros tienen antecedentes penales en el país y vinculación a individuos dedicados a venta de drogas y sustancias controladas en Santiago y Puerto Plata.

De igual manera, infundían terror a personas diciéndoles que podían secuestrarlos a ellos y su familia. Esto les garantizaba que las víctimas pudieran depositar altas sumas de dinero en dólares, logrando así el resultado del crimen.

El glosario Discovery

Conforme con la medida de coerción, los miembros de la red definieron un glosario de términos para guiar las acciones que cada uno realizaría.

El Abridor

Operador clandestino. Se encarga de abrir el camino hacia las víctimas a través de la captación de su atención y obtención de información personal, por medio de la maniobra.

El Cerrador

Operador clandestino, de inglés fluido y con habilidades para el convencimiento a través de la palabra. Dentro de su propio guion toma el control de la conversación, limitando a la víctima a dos cosas: contestar su requerimiento y a depositar las altas sumas de dinero.

El Supervisor

Monitorea los abridores y cerradores para que contacten a más víctimas y poder lograr un mayor número de estafas, y las metas propuestas por el líder de la organización.

A veces hacía de cerradores por el nivel de experiencia y de jerarquía dentro la organización.

El técnico

Se encarga de dar soporte ante cualquier eventualidad que se presente en cuanto a problemas propios de los dispositivos y de garantizar la disponibilidad de los sistemas y software.

El guion

Es el esquema preelaborado y por escrito, al cual deben ceñirse los operadores clandestinos, mientras se está en conversación con una víctima.

Listado

Base de datos con información personal de víctimas, que tiene como  objetivo servir de soporte para las llamadas e interacciones.

El Ministerio Público tiene un blanco: el crimen organizado, y detrás de este hay historias que parecen sacadas de Netflix.

Más contenido por Redacción CDN

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