Santo Domingo, RD.- Manuel Serrano, conocido por su nombre real Manuel María Mora Serrano, es un escritor dominicano que ha dejado huella en la cultura literaria de la República Dominicana. Su vida y obra se destacan no solo por su destreza como escritor, sino también por su generosidad y dedicación a promover la literatura de su país.
Nacido el 5 de septiembre de 1933 en Pimentel, un pueblo definido por él como una «aldea comercial» de la provincia Duarte. Creció en un entorno enriquecido por la influencia de su madre, María Ofelia (doña Fella), una maestra rural que compartió con él historias de la Biblia y la vida de personajes extraordinarios. Esta influencia temprana despertó su vocación literaria y lo motivó a escribir sus primeros versos con pasión, incluso llegando a escribir en el aire como si fuera un pizarrón. Su abuela paterna, Cecilia Jiménez Arnaud, lo consideraba un «loco» por esta costumbre, pero este fue el comienzo de sus primeros pasos en el mundo de la literatura.
La dictadura de Trujillo
Sin embargo, su pasión por la literatura creció en medio de un ambiente asfixiante, marcado por la dictadura de Trujillo, que imponía un oscurantismo en la sociedad dominicana. Las noticias literarias del exterior llegaban con dificultad, y en las zonas rurales como Pimentel, la situación era aún más difícil. A pesar de estas adversidades, Manuel Serrano se formó como escritor leyendo a poetas de diferentes categorías, desde versificadores fáciles hasta autores más elaborados como Fabio Fiallo.
Fue en la universidad donde Serrano tuvo la oportunidad de descubrir autores prohibidos como Pablo Neruda y Gabriela Mistral, lo que marcó un punto de inflexión en su desarrollo literario. Estos descubrimientos lo llevaron a apreciar la verdadera poesía y a profundizar en su propia escritura.
Manuel Serrano no solo se destacó como escritor, sino también como crítico y promotor de la literatura de su época. Inicialmente, rechazó los versos libres y vanguardistas, pero con el tiempo, se convirtió en el principal crítico y difusor de la obra de Domingo Moreno Jimenes y su movimiento postumista. Junto a su amigo Francisco Nolasco Cordero, se reunía en el parque de Pimentel para recitar y comentar textos, y de estas reuniones surgió la idea de crear un pequeño periódico llamado «La deportiva«.
Otras áreas en que se desarrollaba
Manuel Serrano también fue un abogado, graduado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1956, a la temprana edad de 23 años. A pesar de un futuro brillante en el campo legal, su desacuerdo con la dictadura limitó su desempeño en la vida pública. Durante su carrera, desempeñó funciones como fiscalizador en diferentes ciudades de la República Dominicana.
En la década de 1960, Serrano fundó la Sociedad Literaria Amidverza, junto a su amigo Nolasco Cordero, y editaron la revista homónima. También se aventuraron a crear el movimiento vanguardista Suprabismo, que desafiaba las convenciones literarias de la época.
La amistad entre Manuel Serrano y Nolasco Cordero fue sólida hasta la muerte de este último en 2007. Su legado como escritor y crítico literario continúa siendo un faro de la literatura dominicana. A pesar de los desafíos de su época, Manuel Serrano dejó una huella imborrable en la cultura dominicana, contribuyendo a la promoción y aprecio de la literatura en su país. Su generosidad y compromiso con la literatura lo convierten en un ejemplo a seguir para las generaciones futuras.
