El mayor deseo de Sierra Strangfeld, una mujer de Wisconsin (Estados Unidos), era poder dar el pecho a su futuro hijo Samuel. Pero las circunstancias se torcieron tras un diagnóstico fatal.
El pequeño padecía una enfermedad rara, trisomía 18 o síndrome de Edwards, que ocurre cuando hay un problema durante la división celular y el bebé tiene una tercera copia del material del cromosoma 18, en lugar de las dos copias normales. Este material genético extra afecta al desarrollo y crecimiento del niño, de la placenta y del cordón umbilical durante el embarazo
Samuel falleció el pasado septiembre a las tres horas de nacer, informan medios estadounidenses.
Después de conocer el destino de su hijo, Sierra decidió que donaría su leche, de forma que, aunque no pudiera salvar a su bebé, podría salvar a otros.
Estuvo sacándose leche materna durante 63 días, día y noche, consiguiendo casi 15 litros –unos 14,78— para el banco de leche local.