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¿Qué es la trombosis y cómo puede prevenirse?

Es mucho más fácil prevenir la trombosis que tratarla una vez que fue diagnosticada

Redacción Internacional.- La trombosis ocurre cuando se forma un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo, y es una causa común de los ataques cardíacos.

Esta afección cobró relevancia luego de que Estados Unidos, Sudáfrica y la Unión Europea suspendieran temporalmente el uso de la vacuna Johnson & Johnson (J&J), por casos de pacientes que desarrollaron coágulos sanguíneos vinculados a su aplicación. Aquí veremos qué es la trombosis, por qué ocurre y cómo puede prevenirse.

¿Qué es la trombosis?

La trombosis venosa profunda ocurre cuando se forma un coágulo de sangre, llamado trombo, en una o más venas profundas del cuerpo. Es común que esto ocurra en las piernas.

Existen distintos factores que pueden aumentar el riesgo de una trombosis venosa profunda, cuanto más factores presente una persona, mayor es la probabilidad de padecer esta afección:

  • Atravesar un embarazo.
  • Fumar.
  • Mantenerse en reposo prolongado, por ejemplo, tras una larga hospitalización, o por una parálisis.
  • Permanecer sentado durante períodos prolongados, como al conducir o volar.
  • Sufrir ciertas afecciones, como insuficiencia cardíaca o enfermedad intestinal inflamatoria.
  • Sufrir lesiones o someterse a una cirugía.
  • Tener antecedentes familiares de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.
  • Tener más de 60 años.
  • Tomar ciertos medicamentos, por ejemplo, píldoras anticonceptivas, o someterse a terapia de reemplazo hormonal.

Los síntomas más comunes de la trombosis venosa profunda son:

  • Dolor en la pierna afectada (rara vez ocurre en ambas piernas), que normalmente comienza en la pantorrilla y se siente como un calambre o inflamación.
  • Enrojecimiento o decoloración en la pierna afectada.
  • Hinchazón en la pierna afectada
  • Sensación de calor en la pierna afectada.

Cómo prevenir la trombosis

Puedes prevenir la aparición de trombosis venosa profunda incorporando diferentes hábitos:

Mantente activo

Un estilo de vida sedentario no es saludable para nadie y se asocia a muchas enfermedades crónicas, como obesidad, niveles altos de colesterol y presión arterial, síndrome metabólico, diabetes, osteoporosis e incluso ciertos tipos de cáncer.

También es especialmente peligroso para las personas que tienen predisposición genética a la coagulación o que tienen enfermedades que las pone en riesgo de trombosis, ya que estar mucho tiempo sentado o en una misma posición impide que la sangre circule correctamente.

No es necesario hacer un gran esfuerzo físico ni visitar gimnasios para mantenerte activo. Caminar, correr, andar en bicicleta e incluso tomarte recreos cada 15 minutos durante el trabajo para estirar, pueden hacer la diferencia.

Otro momento clave para recuperar la movilidad es después de una cirugía, ya que bajo estas condiciones se ralentiza el flujo sanguíneo. Por ello, cuanto antes puedas comenzar a moverte de manera segura después de una enfermedad o cirugía, mejor. Consulta a los profesionales de la salud sobre esta posibilidad.

Cuida la presión arterial

Descuidar el control de los niveles de presión arterial aumenta el riesgo de sufrir hipertensión, una afección que puede causar distintas complicaciones cardiovasculares, como accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos.

También aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda, por lo que se aconseja tener un cuidado extra sobre la presión arterial a las personas que tienen antecedentes familiares de trombosis, embolia pulmonar u otros trastornos de la coagulación.

Limita o evita el tabaco

Fumar es la causa evitable más importante de muerte prematura en EE.UU. Existe mucha evidencia que respalda los beneficios de abandonar el tabaco, incluido un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, problemas pulmonares y cáncer.

También puede beneficiar a quienes tienen un mayor riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda. Esto se debe a que fumar aumenta los niveles de presión arterial (un factor de riesgo de la trombosis), dificulta una correcta circulación sanguínea y aumenta la tendencia a que la sangre se coagule.

Controla el peso

El exceso de peso aumenta el riesgo de aproximadamente 200 afecciones diferentes, incluidas enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes tipo 2, osteoartritis, apnea obstructiva del sueño y enfermedad por reflujo gastroesofágico.

La presión adicional que los kilos de más pueden ejercer sobre las venas de la pelvis y las piernas, también puede incrementar el riesgo de sufrir trombosis venosa profunda.

Si tienes obesidad o sobrepeso, consulta a médicos y nutricionistas para comenzar una dieta y regímenes de ejercicios. Incluso perder pequeñas cantidades de peso (entre 5 y 10%) ayuda a reducir el riesgo de problemas para la salud.

Mejora tu circulación

Puedes combatir la mala circulación con alimentos que ayuden a reducir los niveles de colesterol, tengan propiedades analgesias y antinflamatorias, y sean ricos en antioxidantes.

Las mejores opciones son chiles, manzanas, naranjas, arándanos, jengibre, ajo, frutos secos, tomates, y cúrcuma, entre otros. También es muy importante mantenerte hidratado.

Si tus piernas son propensas a hincharse, puedes consultar a tu médico sobre el uso de medias de compresión. Estas se encargan de crear una presión firme en el pie y la parte inferior de la pierna, volviéndose menos apretadas hacia arriba.

Esto ayuda a que la sangre regrese al corazón en lugar de acumularse y coagularse en las piernas, lo que puede reducir la hinchazón y ayudar a prevenir la trombosis venosa profunda.

Son especialmente útiles durante largos viajes, pero es importante consultar sobre su uso a un experto, ya que ciertas personas, como quienes tienen diabetes, pueden no tolerar un nivel alto de presión. Otro error común que puede causar problemas es usar una talla inadecuada.

No olvides visitar al médico

Los anteriores consejos son útiles para minimizar el riesgo de trombosis, pero sin duda la mejor forma de prevenir esta enfermedad es haciendo chequeos anuales.

Conociendo tus antecedentes familiares y estado de salud, los médicos pueden anticiparse a la aparición de cualquier problema o detectarlo a tiempo, cuando las posibilidades de cura son mayores.

Muchas veces la trombosis puede desarrollarse sin dar claras señales, por lo que estar atento a cualquier síntoma relacionado, como hinchazón, dolor, enrojecimiento o calor inusual en una de las piernas, es fundamental.

Recuerda: es mucho más fácil prevenir la trombosis venosa profunda que tratarla una vez que fue diagnosticada.

Fuentes consultadas: Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), Asociación Estadounidense del Corazón, Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Clínica Mayo, Organización Mundial de la Salud (OMS).

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