Vea aquí el reporte Especial de esta semana de la periodista Julissa Céspedes titulado: El dolor de cabeza semanal
Santo Domingo, RD.- La realidad de la Republica Dominicana es que cada viernes los ciudadanos amanecen con el credo en la boca, angustiados porque lo regular es que cada semana reciban un alza en los precios de los combustibles o bajas raras veces significativas. Aunque siempre con el argumento de que las autoridades se sacrifican, y dejándonos ver que aunque usted no lo crea por más alto que se vea, podría ser peor.
Diversas cuestionantes se han generado al respecto, en todos los gobiernos sin que esto sirva como razón a que las autoridades de turno sirvan explicaciones claras de las razones sobre el porqué los dominicanos pagamos precios tan altos.
A diversas causas se atribuyen las razones de momento, siempre la más influyente es sobre las variaciones de los precios internacionales, aunque son muchas las ocasiones que las autoridades han tenido exceso de creatividad y nos han dado excusas complicadas de creer… desde hace años con el cambio de la ley dejó de funcionar aquello de que “si sube, sube y si baja, baja” como decía una de las tantas administraciones de Industria y Comercio, argumento que pronto fue desarticulado por las preguntas de los consumidores.
Tan largo ha sido el rosario, que hasta de mafias y carteles se ha tildado a los intervinientes en algunos procesos de determinado tipo de combustibles.
Vea aquí el reporte Especial de esta semana de la periodista Julissa Céspedes titulado: El dolor de cabeza semanal.
En conclusión:
La aplicación de la Ley de Hidrocarburos en nuestro país es el mejor enfrentamiento de lo legal contra lo correcto.
Cómo usted pudo ver, el GAL o gastos de administración de la ley, concepto éste por lo que solo en el 2020 un año malo para las recaudaciones, dicho concepto envió a las arcas gubernamentales más de 1,500 millones de pesos, sin embargo este es un concepto de cargo que aunque es legal no es transparente, al igual que el de “otros gastos”.
La resolucion famosa del exministro, talvez sea legal porque lo hizo bajo sus atribuciones, sin embargo, ¿fué correcto?
Rebajar los combustibles significa que alguien tiene que ganar menos, sea el Gobierno, los intermediarios, detallistas, etc.
Y eso de seguro que será una decisión difícil de tomar, ya veremos en el futuro cómo se rifarán esa papa caliente, pero cómo la esperanza es lo último que se pierde, esperemos que tras la pandemia y la estabilización de la economía dominicana nuestras autoridades decidan avanzar a las modificaciones necesarias para ver una reducción en los precios de los combustibles.
Lo que si es cierto en todo esto, es que los consumidores no tienen respiro, y la llegada de los viernes de unos años acà se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, a la espera de saber que tan duro será el nuevo golpe.
