MLB

Manny Machado y el reloj de lanzamiento no se la llevan bien

Manny Machado

Definitivamente el dominicano Manny Machado tendrá una amarga relación con el reloj de lanzamiento de la MLB. Tal y como lo ocurrió en el Spring Training, una de las nuevas reglas de las Grandes Ligas -y quizá, la más implacable- volvió a pasarle factura. Pero esta vez fue un poco más allá de la primera.

Durante el encuentro del martes ante los Diamondbacks de Arizona, el tercera base de los Padres estalló en reclamos hacia el umpire luego que este le otorgara un ponche por el reloj de lanzamientos.

La actuación de Manny Machado no pudo ir más allá de la primera entrada del juego. El umpire lo expulsó por los reclamos. Cumpliendo la función de bateador designado, el dominicano tomó su turno al bat en el primer rollo del duelo y se le cantó strike automático por haber sobrepasado el tiempo del reloj de pitcheos, lo cual desencadenó en ponche.

Al ‘Ministro’ no le habría agradado la decisión del oficial y se hizo de reclamos hacia él por lo que lo expulsaron del duelo ante la inconformidad de los fans y el mánager Bob Melvin.

Manny ya «conocía» al implacable reloj

Fue desde el Spring Training previo al inicio de la Temporada 2023 de la Major League Baseball (MLB) que
Manny Machado mostró cierto recelo hacia la implementación de esta nueva norma. Incluso, se puede afirmar que el dominicano, catalogado por la MLB como uno de los mejores latinos para este 2023, fue su primera víctima.

En los entrenamientos primaverales, la violación de la norma le costó un strike al antesalista.

El primer impasse de Manny con el reloj durante el Spring Training

«Al menos pude entrar en los libros de récords», agregó Manny Machado, consultado por ESPN. «Eso es bueno. No está mal. Podría estar 0-1 si puedo conectar dos hits en cada juego».

Agregó el dominicano sobre el reloj. «Ese momento pasó rápido. Definitivamente es algo a lo que tendremos que acostumbrarnos. Te quita la rutina, estar allí arriba y concentrarte antes del lanzamiento. El umpire me dio una pequeña advertencia –‘Oye, tienes dos segundos’– pero ya era tarde cuando llegué allí».

Más contenido por Andrés Tovar

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