Pensándolo bién

ONU… y el cólera para cuando

ONU… y el cólera para cuando
ONU… y el cólera para cuando

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nuevamente reclamó a República Dominicana que no haya autorizado a personal del organismo a verificar el proceso de expulsión de indocumentados del país, para de esta manera verificar que se respeten los derechos humanos de los deportados.

Es cierto que dentro de las funciones del organismo está velar porque dentro de los procesos se respeten los derechos de las personas involucradas, aunque resulta curioso que en ese llamado de la Comisión de Derechos Humanos no se hiciera mención a Europa. En ningún momento se les pidió a las autoridades del viejo continente que respeten los derechos de los miles de inmigrantes que llegan desde África y Medio Oriente.

El viernes en Francia cerraron un campamento de refugiados por las pésimas condiciones que tenía. Los países europeos buscan medidas urgentes para frenar la avalancha de inmigrantes que huyen, en muchos de los casos, de guerras. Es cierto que a estos países les asiste el derecho de regular la llegada de indocumentados, al igual que a la República Dominicana; aunque los migrantes lleguen por razones diferentes. Nada fuera de lo normal ha ocurrido en este lado de la isla, solamente que ya era hora de poner algunas cosas en su lugar, pero es una práctica de casi todos los países, como es el caso de Estados Unidos con México, a su vez México con los países centroamericanos y Europa con sus fronteras terrestres y también con sus costas.

Pero  en el caso de Naciones Unidas con Haití, debería tener algo más de cuidado. Este empobrecido país caribeño que sufrió un terrible terremoto en 2011 tuvo además que hacerle frente a un “regalo” poco querido de la ONU, una epidemia de cólera, que dejó cerca de 10,000 fallecidos.

En días recientes, y luego de no tener más opción, la ONU  se vio obligada a reconocer públicamente su responsabilidad directa con la llegada de esta enfermedad a la isla. Claro está que no fue voluntaria y espontáneamente que reconoció su culpa, lo hizo por la publicación de un informe confidencial realizado por uno de los asesores especiales en derechos humanos de la propia organización, Philip Alston.

De acuerdo con el documento, la ONU usó varias estrategias para tratar de eludir su culpa en la epidemia de cólera. Aunque reconoció su papel protagónico, todavía no ha  hecho nada para resarcir los daños, los grandes y mortales daños a este pequeño país caribeño.

Con estos truenos debería la ONU mantener su boca cerrada respecto Haití, pues ellos fueron los primeros en violentar los derechos de los haitianos. Cuando se tiene el tejado de vidrio no se deben lanzar piedras al vacío.

Autor: Lety Bonnin

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