Pensándolo bién

Adiós a las armas, bienvenida la política

Paz en Colombia

El pasado jueves ingresará a la historia de Colombia como el día en que se puso fin a 52 años de conflicto armado. El presidente Juan Manuel Santos anunció un cese al fuego bilateral y entregó al Congreso el documento para la realización del plebiscito sobre el histórico acuerdo alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana.

El mismo se llevará a cabo el 2 de octubre y  necesitará unos 4,5 millones de sufragios de los casi 35 millones de colombianos aptos para votar y tener validez.

En Colombia una parte importante de la población no conoce la paz, han vivido toda la vida en guerra, las cifras lo dicen todo: más de 260.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos, casi siete millones de desplazados, violaciones sexuales, secuestros e incontables tragedias personales.

Pero, ¿cuál fue el inicio del conflicto?

El asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán, en 1948, provocó un derramamiento de sangre conocido como “La Violencia”. Decenas de miles murieron y grupos de campesinos se unieron con los comunistas para armarse. Un ataque militar en 1964 contra su campamento principal provocó la creación de las FARC.

Muchos fueron los intentos por lograr la paz mediante las negociaciones a mediados de la década del 1980, las conversaciones colapsaron luego de que por lo menos 3.000 aliados del ala política de las FARC y la Unión Patriótica fueron asesinados. Otra iniciativa falló en el año 2002 después de que los rebeldes secuestraron un avión de pasajeros para retener a un senador.

El diálogo que llevó finalmente a un acuerdo comenzó en el 2012, con muchas altas y bajas en las conversaciones, en junio de este año finalmente los negociadores anunciaron un acuerdo de cese bilateral al fuego y un plan que explicaba los pasos para la desmovilización y el proceso para que los 7.000 combatientes de las FARC depongan las armas.

Acuerdos sobre reforma agraria, el combate contra el tráfico de drogas, la participación política de la guerrilla, la reparación a las víctimas y el castigo de los crímenes de guerra perpetrados en ambos bandos, también fueron lográndose paulatinamente.

La mesa está servida, ahora les toca a los colombianos aprobar  los acuerdos logrados en La Habana entre ambas partes, deberán mostrar gran madurez y votar por la mejor opción: LA PAZ. ¿Estarán preparados los colombianos para perdonar y reconciliarse?.

Autor: Lety Bonnin

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