OSWIECIM, Polonia.– El principal rabino de Polonia entonó un salmo de penitencia ante el papa Francisco en Birkenau, que forma parte del complejo Auschwitz-Birkenau donde los nazis mataron a más de un millón de personas, la mayoría judíos.
El rabino Michael Schudrich, nacido en Estados Unidos, entonó el salmo 130 en hebreo, que comienza: «Desde lo profundo te he invocado, oh Señor».
Un sacerdote leyó después la plegaria en polaco. Durante la oración, Francisco juntó las manos e inclinó la cabeza ante un monumento a las víctimas.
Entre los asistentes había sobrevivientes de Auschwitz, que llevaban pañuelos a rayas en alusión a las ropas que se obligaba a llevar a los prisioneros, y polacos que ayudaron a salvar a judíos.
El papa Francisco se reunió con un grupo de sobrevivientes durante su visita al antiguo campo nazi alemán de Auschwitzh, estrechando sus manos, besándolos en las mejillas y acariciando la cabeza de algunos de ellos.
El encuentro se produjo el viernes junto al Muro de la Muerte de Auschwitz, donde se ejecutó a presos, especialmente combatientes de la resistencia polaca.
Algunos de los sobrevivientes entregaron a Francisco objetos relacionados con su sufrimiento. Uno le ofreció una fotografía en blanco y negro en la que aparecía.
Antes, algunos de los sobrevivientes dijeron a Associated Press que estaban emocionados por conocer al papa, que era una gran autoridad para ellos.
«Esto es algo enorme para mí», dijo Alojzy Fros, de 100 años.
El papa Francisco salió de Auschwitz para recorrer los 3 kilómetros (2 millas) hasta la cercana Birkenau, que formaba parte del complejo donde aproximadamente un millón de judíos europeos murieron en cámaras de gas durante la Segunda Guerra Mundial.
El pontífice tenía previsto reunirse allí con 25 cristianos polacos que arriesgaron sus vidas para ayudar a los judíos durante la ocupación alemana de su país durante el conflicto.
La institución israelí Yad Vashem ha reconocido a 6.620 polacos con el título de «Justos entre las naciones», más que en ningún otro país, en un reflejo de que Polonia era el hogar de la comunidad judía más grande de Europa antes del Holocausto.
Francisco también se reunirá con varios representantes de la comunidad judía en el país, que se redujo de forma drástica debido al Holocausto y el antisemitismo de posguerra, que llevó a muchos a abandonar Polonia.
El papa Francisco oró en la oscura celda subterránea de Auschwitz de un santo católico, Maximiliano Kolbe, un fraile polaco católico que sacrificó su vida durante la guerra para salvar la vida de otro hombre.
Unos pequeños rayos de sol que atravesaban una diminuta ventana eran la única luz que se veía sobre el papa, que se arrodilló durante varios minutos para rezar.
El papa Francisco se reunió con varios sobrevivientes del campo nazi de exterminio de Auschwitz durante una visita al lugar en el sur de Polonia.
El pontífice estrechó las manos de los ancianos sobrevivientes y se inclinó para besarlos en ambas mejillas.
Una mujer le besó la mano. El papa intercambió algunas palabras con ellos.
Después llevó un gran cirio blanco hasta el Muro de la Muerte, donde eran ejecutados los prisioneros.
El papa Francisco caminó bajo puerta de Auschwitz al comienzo de una sobria visita al campo nazi de exterminio.
Después fue trasladado en un pequeño vehículo por una senda flanqueada por barracones, y tenía previsto rezar en el lugar donde se realizaban las ejecuciones, además de reunirse con sobrevivientes del campo.
Francisco es el tercer pontífice consecutivo que hace el peregrinaje al lugar donde las fuerzas de Adolf Hitler mataron a más de un millón de personas, la mayoría de ellos judíos. Pero Francisco es el primero que lo visita sin tener una conexión personal.
Juan Pablo II era de Polonia, que estuvo bajo ocupación alemana, mientras que Benedicto XVI era alemán.
El papa Francisco viajaba al campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau para una sobria visita al lugar.
Su viaje le convertirá en el tercera pontífice consecutivo que peregrina al lugar donde las fuerzas de Adolf Hitler mataron a más de un millón de personas, la mayoría de ellos judíos.
El Vaticano y las autoridades de la Iglesia polaca señaló que Francisco expresaría su pesar en silencio en el lugar, recordando a las víctimas en una plegaria y meditación silenciosa.
Francisco tenía previsto volar desde Cracovia a Oswiecim, la pequeña localidad donde se encuentra el antiguo campo de exterminio, pero debido al mal tiempo hizo los 65 kilómetros (40 millas) por carretera.
