Santo Domingo, RD. – El expediente de corrupción por la operación Calamar dedica un apartado especial al exministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, señalado como una de las dos principales cabezas dentro del supuesto esquema de desfalco al Estado.
Su centro de Operaciones era el Ministerio de Hacienda y la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, desde allí. Según relata el Ministerio Público, Peralta recibió altas sumas millonarias como resultado de Comunicaciones amañadas. (PAG. 664)
Entre las sumas recibidas por el pasado ministro administrativo, con fines de alegado enriquecimiento ilícito y de financiar la campaña presidencialista de Gonzalo Castillo se incluyen 704 millones de pesos por concepto de acuerdos de deudas públicas elaborados en 2019, pero con fecha de 2018 para poder tramitar el pago a través de Hacienda como deuda administrativa.
Para la alegada distracción de fondos del Estado, Peralta habría contado con la complicidad de Víctor Encarnación, director técnico de la OISOE en la pasada gestión gubernamental. Quien también figura dentro de la solicitud de medidas de coerción formulada contra un total de 20 personas.
Desembolso del desfalco millonario
El desembolso de los 704 millones se realizó, supuestamente, a través de la empresa del ingeniero Bolívar Ventura, beneficiado con la adjudicación de varias obras del Estado en la pasada gestión. Quien emitió múltiples cheques a través de sus empresas Doitec, Consorcio Tecnologico de la Construcción. Y Construcciones y Diseño, todos a favor de su empleado Luis Joaquín Feliz.
El círculo de colaboradores cercanos a Peralta en el relato del Ministerio Público lo completa el ministro de Hacienda, Donald Guerrero. En conjunto con los también imputados y excontralores Daniel Omar Caamaño y Andrés Guerrero, así como Víctor Matías Encarnación, exdirector técnico de la OISOE.
