Están desprotegidos, viven en la pobreza extrema, algunos tienen alguna discapacidad mental, y pertenecen a las clases de los marginados. No tienen un hogar que los reciba y las instancias para acogerlos son casi inexistentes. Vagan por las calles y duermen en ellas. No cuentan con apoyo regular para sobrevivir, y mucho menos para tratarse médicamente.
El tema de los indigentes y/o enajenados mentales ha tomado relevancia tras el lamentable hecho ocurrido la madrugada del domingo 11 de diciembre, tras un individuo lanzar una piedra desde el puente peatonal de la avenida 27 de febrero, esquina Máximo Gómez, impactando el cristal delantero de un vehículo, ocasionando la muerte del conductor.
