MANILA, Filipinas.- Senadores de filipinos abrieron el lunes una investigación sobre la muerte de más de 1.700 presuntos distribuidores y consumidores de droga dentro de una operación contra el narcotráfico encabezada por el presidente del país, Rodrigo Duterte. Testigos acusan a algunos policías de asesinar a sospechosos y de estar relacionados con el tráfico ilegal de sustancias.
La senadora Leila de Lima, que preside el comité del Senado que encabeza la pesquisa, dijo estar preocupada por los homicidios generalizados y porque agentes de la ley y vigilantes pueden estar empleando la ofensiva «para cometer crímenes con impunidad».
Una testigo dijo a los senadores que su esposo y su suegro fueron detenidos y golpeados por la policía y luego trasladados a una comisaría, donde fallecieron baleados el mes pasado.
El jefe de la policía nacional, Ronald dela Rosa, declaró que no había orden de matar a los sospechosos.
De: (AP) —