El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, convocó por primera vez a los líderes de los dos principales partidos contrarios al proceso de independencia desde que comenzó el desafío secesionista en Cataluña. Ayer se reunió con el socialista Pedro Sánchez, y convocó al palacio de la Moncloa al candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, para los próximos días. Al mismo tiempo, los dos partidos de la oposición catalana lograron frenar temporalmente el proceso secesionista al presentar a la Mesa del Parlamento catalán sendas propuestas para que se reconsidere la admisión de la declaración secesionista, lo que obligó al órgano a suspender automáticamente el trámite urgente del texto.
Rajoy y Sánchez acordaron ayer dar una respuesta unitaria al desafío lanzado por los secesionistas de Cataluña cuando quedan menos de dos meses para las elecciones generales en España.
Rajoy almorzó en La Moncloa con el secretario general del Partido Socialista (PSOE), su principal rival en los comicios del 20 de diciembre, un día después de que los partidos independentistas presentaran en el Parlamento catalán una resolución para iniciar la desconexión de España y la construcción de un Estado independiente.
«Han acordado trabajar coordinadamente en defensa de la Constitución, la unidad nacional, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles», indicó La Moncloa en un comunicado.
Horas antes, Rajoy había anunciado que pretendía citar en la sede de gobierno al líder socialista y a Albert Rivera, el del partido emergente Ciudadanos, que en Cataluña es la primera fuerza no secesionista.
A lo largo de los tres años que dura ya el desafío catalán, Rajoy no había convocado hasta ahora a los líderes de la oposición para abordar la propuesta separatista que llega desde la región del noreste, de 7,5 millones de habitantes.
Su Partido Popular (PP), Ciudadanos, y los socialistas catalanes (PSC) se unieron ayer, horas antes de esa comida, en una maniobra que frenó en el Parlamento catalán por unos días la aprobación de la resolución que pretende dar inicio a la desvinculación de España y a la construcción de un nuevo Estado.
En sus solicitudes, Ciudadanos y el PSC reclamaron informes jurídicos al considerar que la iniciativa presentada el martes por las dos fuerzas que impulsan la independencia, Junts pel Sí (JxS) y el CUP vulnera la Constitución española y el propio Estatuto de autonomía catalán.
Asimismo, los socialistas argumentaron que no se puede realizar un plenario extraordinario para debatir la declaración secesionista cuando aún no se ha formado el gobierno catalán.
Los pedidos de la oposición deberían ser resueltos en un plazo de 48 horas por la Junta de Portavoces, que gestiona el día a día de la cámara, pero esta no puede reunirse aún porque el Partido Popular (PP) no se constituyó como grupo parlamentario. Tiene plazo para hacerlo hasta el 5 de noviembre.
Tomado de: Tiempo Argentino
