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Otro ejemplo de evidencia que la brutalidad del Estado Islámico no tiene límites

El grupo islamista llevó a cabo dos nuevas ejecuciones, esta vez a dos hombres acusados de asesinato. La salvaje metodología adoptada por los terroristas fue romper un enorme bloque de hormigón sobre las cabezas de las víctimas.

Como es costumbre, ISIS difundió impactantes imágenes de su macabra matanza.

Estado Islámico

En las fotos se puede observar a los acusados acostados, con las manos atadas, al costado de la carretera. A su alrededor, una decena de curiosos presencian la escena mientras los terroristas se disponen a llevar a cabo la ejecución.

El hecho ocurrió en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, después de que el escuadrón policial del Estado Islámico detuviera a los dos hombres, acusados de haber robado y matado a tres mujeres, según consigna Daily Mail.

Según las estrictas normas del grupo terrorista, a este castigo se lo conoce como «qisas». Es decir, «ojo por ojo».

Por su parte, otros dos hombres fueron asesinados en el pueblo sirio de Jarnyah, al oeste de Raqqa, tras ser acusados de practicar la brujería.

En estas estremecedoras imágenes, que también circularon por las redes sociales, se ve a las víctimas con los ojos vendados posando sus cabezas sobre un bloque de madera. Acto seguido, los yihadistas los decapitan con un machete.

Antes de las decapitaciones, un militante del Estado Islámico leyó ante los presentes las acusaciones por las que serían ejecutados posteriormente las víctimas.

La brutalidad de ISIS se extendió hasta la provincia de Homs, donde dos hombres fueron salvajemente apedreados hasta la muerte. Las víctimas fueron ejecutadas por ser homosexuales.

Antes de llevar a cabo la matanza, dos combatientes yihadistas se acercaron a los condenados, los abrazaron y les dijeron que habían sido perdonados de sus «pecados».

Pero minutos después, cuatro terroristas los arrojaron al suelo y con piedras del tamaño de un puño los lapidaron.

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