El fallo del viernes cierra cuatro años de drama legal. Otras diez personas fueron absueltas también de los cargos en su contra.
Strauss-Kahn había declarado ante el tribunal que esas fiestas eran «sesiones recreativas» muy necesarias y que no sabía que las mujeres que participaban en ellas eran prostitutas. En un testimonio que en ocasiones rozó lo sórdido, las mujeres describieron encuentros que a veces eran brutales añadiendo que no eran en absoluto divertidos para ellas.
Los problemas de Strauss-Kahn comenzaron en 2001 cuando la empleada de un hotel de Nueva York le acusó de abuso sexual. El caso se resolvió con un acuerdo extrajudicial.