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Indignación en Francia tras comentarios del jefe de la Policía sobre encarcelación de un agente

Indignación en Francia tras comentarios del jefe de la Policía sobre encarcelación de un agente
Indignación en Francia tras comentarios del jefe de la Policía sobre encarcelación de un agente

En Francia, el apoyo dado por el director general de la Policía a la protesta contra el encarcelamiento de un agente de la Brigada Antidelincuencia (BAC) de Marsella en el marco de una investigación sobre violencia policial suscitó la indignación de jueces y políticos.

«Un policía no tiene sitio en la cárcel»

En una entrevista al diario Le Parisien, Frédéric Veaux estimó que «antes de cualquier juicio, un policía no tiene sitio en la cárcel. Aunque haya podido cometer errores o faltas graves en el ejercicio de su trabajo«.

«Los policías deben responder de sus actos, incluso ante los tribunales. Pero también hay que tener en cuenta las garantías de las que gozan y que los distinguen de los delincuentes o de los matones«, añadió.

«La justicia nunca cede a la presión de los medios de comunicación o de la calle; se ocupa de los casos. Una vez pasada la emoción y la rabia, tenemos que dotarnos de los medios técnicos y jurídicos para que este policía recupere su libertad«, insistió.

Comentarios «escandalosos» y «extremadamente graves»

Los dos principales sindicatos de magistrados no se anduvieron con rodeos después de estos comentarios. El Sindicato de la Magistratura consideró incluso que se trata de un ataque a la independencia del poder judicial. «El director general de la Policía Nacional, bajo la autoridad del ministro del Interior, presiona a las autoridades judiciales en un caso individual. (…) El presidente de la República debe reaccionar«, expresó en Twitter. «Hay un principio fundamental en democracia: la ley es igual para todos, recalcó su presidenta, Kim Reuflet.

Estos comentarios son «escandalosos» y «extremadamente graves en un Estado de derecho«, reaccionó también Cécile Mamelin, vicepresidenta de la Unión Sindical de los Magistrados. «Es estéril y peligroso. Esperamos una reacción al más alto nivel del Gobierno para aclarar las cosas«, declaró a la AFP. «La detención preventiva responde a criterios jurídicos precisos (…), es una decisión judicial que no prejuzga en absoluto la culpabilidad y que puede ser recurrida«, agregó.

El caso ha movilizado al Consejo Superior de la Magistratura (CSM), que recordó que el poder judicial es «la única instancia legítima para decidir si procede o no la detención preventiva de las personas puestas a su disposición«.

Por su parte, el presidente del Tribunal de Marsella subrayó en un comunicado que la independencia del poder judicial es un principio constitucional. Además que todos deben garantizar la serenidad de la investigación.

La indignación se ha extendido a la clase política. En su blog, el líder de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), Jean-Luc Mélenchon, pidió «respeto a las instituciones republicanas por parte de los policías que han entrado en secesión facciosa«. Por su parte, Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, pidió una reunión «urgente» del Parlamento, lamentando que «toda la jerarquía policial se sitúe por encima de la ley«.

Sospechoso de violencia

Este policía es sospechoso de haber dado una paliza a un hombre de 21 años la noche del 1 al 2 de julio. Impugna su prisión preventiva y su recurso se verá el 3 de agosto, anunció el Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence, recordando el principio de separación de poderes.

Otros tres agentes de la BAC Sur y de la BAC Centro de Marsella han sido investigados y puestos bajo vigilancia judicial por violencia en grupo ejercida por una persona en posición de autoridad pública, con uso o amenaza de arma, con resultado de una incapacidad laboral total de más de ocho días.

La víctima, Hedi, explicó que había sido golpeado por un grupo de cuatro o cinco personas a las que había identificado como policías de la Brigada Antidelincuencia, tras recibir un disparo en la sien con un LBD.

Cientos de policías de Marsella, indignados por la prisión preventiva de su colega, se dieron de baja por enfermedad. Otros respondieron a una llamada del sindicato de policía Unité SGP y se pusieron en «código 562», jerga policial que significa que sólo realizarán tareas de emergencia y esenciales.

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Más contenido por Redacción CDN

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