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Barack Obama reconoce en la ONU que embargo a Cuba ya no tiene cabida

El presidente de los EEUU ha sido el segundo orador ante la Asamblea General de la ONU, tras la brasileña Dilma Rousseff. El mandatario defendió el acuerdo con Irán, pidió la colaboración global en la lucha contra el terrorismo y pidió no abandonar los ideales de la libertad en la lucha por la paz. También celebró el acuerdo con Cuba, pero aclaró que seguirán defendiendo los derechos humanos en la isla. Tuvo además palabras hacia los gobierno que no respetan la libertad de opinión de sus ciudadanos.

«Creo que un gobierno que suprime la opinión demuestra temor y debilidad, no demuestra fuerza. Los regímenes que se comportan así al final se desmoronan», dijo el presidente.

«Las instituciones que se basan sobre el consentimiento de un gobierno continúan cuando se va el líder. Por eso los líderes fuertes crean instituciones democráticas fuertes. Los que crean instituciones para fortalecerse van en detrimento de sus pueblos, porque nadie dura para siempre», agregó

Obama criticó con dureza a aquellos líderes que «buscan el poder para su propio beneficio. «La democracia en EEUU es imperfecta, lo sé, a veces no funciona bien, pero la lucha constante por dar más derechos a todas las personas es lo que hizo a EEUU uno de los países más poderosos del mundo. La democracia fortalece a los países», sentenció.

Ante los representantes de 196 países reunidos en la sede de la ONU en Nueva York, Obama llamó también a la convivencia. «Podemos ser patriotas sin demonizar a los demás, podemos defender nuestras identidades y religiones sin despreciar a los demás. Nuestra misión se basa en la idea de que el poder absoluto corrompe, pero también en que las personas son buenas». «Ese es un futuro que todos debemos anhelar, debemos reducir las diferencias, eso no supone debilidad, eso supone fuerza». «Es una necesidad en este mundo interconectado».

«El embargo se irá levantando a medida que avances los contactos, un embargo que ya no tiene cabida», dijo.

El mandatario aseguró que durante 60 años «EEUU mantuvo una política que no funcionó hacia Cuba«. «Pero la cambiamos. Seguimos teniendo diferencias con Cuba. Seguiremos defendiendo los DDHH, pero con diplomacia», agregó.

«Se pueden encarcelar opositores pero no ideas. Todos tienen que elegir cómo ser gobernados. La fortaleza de las naciones depende del éxito de sus pueblos, las oportunidades, los derechos individuales, la seguridad personal. La represión es un síntoma de que no se construyó esta base». Las palabras de Obama parecieron una crítica a todos los gobiernos del mundo que no respetan las garantías individuales y donde gobiernan tiranías.

El presidente norteamericano también se refirió al conflicto entre Rusia y Ucrania. «EEUU tiene muy pocos intereses en Ucrania. Pero el pueblo ucraniano tiene más interés que nunca en unirse al pueblo occidental que Rusia. Las sanciones impuestas a Rusia no implican el regreso a la Guerra Fría», sostuvo.

Tras asegurar que Estados Unidos «no puede resolver por su cuenta todos los problemas», Obama consideró que «en el mundo de hoy las dictaduras son inestables y son la llama de las revoluciones».

En su esperado discurso, el jefe de Estado norteamericano defendió el acuerdo nuclear con Irán. «Queríamos ver si Irán podía mostrar al mundo que su programa nuclear era pacifico. El acuerdo es justo y duradero y prohíbe que Irán tenga armas nucleares y evita una posible guerra. Nuestro mundo es ahora más seguro», consideró.

La situación en Siria

Obama se refirió a la situación en Damasco con una dura advertencia. Su país, dijo, no tolerará que el presidente Al Assad continúe en el poder, sea cual sea el resultado de la guerra.

«Una estabilidad duradera solo puede arraigar cuando el pueblo sirio firme una acuerdo para vivir en paz. Pero tras tanta matanza no podemos volver al status quo de antes de la guerra».

Pidió entonces no olvidar como se inició el conflicto sirio y la responsabilidad del dictador en la escalada de violencia. «Al Assad reaccionó a demostraciones pacíficas escalando la represión, la matanza. Y a su vez creó un entorno para el movimiento actual. No se trata solo de pacificar a un sector de la población, el realismo necesita de una transición ordenada, una forma de salir de Al Assad hacia un nuevo líder incluyente que permita poner fin a este caos», dijo Obama.

Luego pidió a los musulmanes que combatan el extremismo. «Deben rechazar los saqueos que destruyen el islam y a aquellos musulmanes que igualan el islam con el terrorismo. Ese trabajo llevará tiempo y no tiene una respuesta fácil», admitió.

Sobre las urgencias en Medio Oriente, recordó que el drama de los refugiados no puede esperar. «Hay tantas familias que precisan de ayuda y no tienen tiempo –dijo-. Por eso EEUU está aumentado el número de refugiados dentro de nuestras fronteras».

Una Asamblea colmada de mandatarios

Junto a Obama comparten tribuna con otros dirigentes que se estrenan en este debate anual en Nueva York, como el cubano Raúl Castro y el chino Xi Jinping.

También se despiden de este foro anual otros gobernantes, como la presidente argentina, Cristina Kirchner.

El debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU se celebra normalmente en septiembre de cada año, y es la ocasión más importante y más numerosa en la que coinciden los líderes mundiales para tratar temas generales y revisar sus agendas bilaterales.
Este año tiene una importancia especial porque coincide con el 70 aniversario de la creación de la ONU, que surgió del proceso de negociación posterior a la II Guerra Mundial, con la misión de prevenir conflictos y asistir a las poblaciones más necesitadas.

Desde este lunes y hasta el sábado pasarán por la misma tribuna de la Asamblea General cerca de 150 jefes de Estado y de Gobierno, pero también ministros y otros dignatarios que representan a los 193 estados integrantes de Naciones Unidas.

Como es tradición, el debate de alto nivel será abierto por la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y el segundo orador será Obama.

Obama y Castro

Como es costumbre, la cita mundial servirá para una multitud de contactos bilaterales, superior al millar, según los cálculos de la ONU, que se producirán esta semana y los que se han registrado en las fechas previas.

Entre ellas se encuentra, el próximo martes, una segunda reunión entre Obama y Castro, que seguirá a la primera entrevista que mantuvieron ambos en abril pasado en Panamá, en el marco de la Cumbre de las Américas.

También se reunirán este lunes Obama y el presidente ruso, Vladimir Putin, que vuelve a este foro después de varios años de ausencia.

Durante la semana habrá una serie de actividades paralelas, algunas de ellas del más alto nivel, como una cumbre sobre operaciones de paz que encabezará Obama, que también presidirá otra reunión sobre terrorismo, el martes.

Pero esta semana habrá otras reuniones ministeriales, incluida una organizada por el Consejo de Seguridad para analizar el incremento de las tensiones en Oriente Medio y el Mabreb.

Temas como el reciente acuerdo sobre el programa nuclear iraní, la tragedia de los emigrantes que escapan de los conflictos armados de Siria e Irak y las propuestas para reformar el sistema de Naciones Unidas ocuparán muchas horas de deliberaciones.

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