El Bloque Progresista en el Parlasur denunció un supuesto Golpe de Estado en el Mercado Común del Sur, Mercosur, por considerar que las sanciones impuestas a Venezuela afectan el funcionamiento regular, y el logro de los objetivos, metas y planes aprobados por el organismo regional.
El grupo, exigió a los Gobiernos de Argentina, Paraguay y Brasil que el Mercosur no sea utilizado como «plataforma política» para «atentar contra el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela»,como un paso previo a la desintegración del bloque.
Afirmaron que que no existen fundamentos jurídicos válidos para imponer sanción alguna a Venezuela, «menoscabando su condición de Estado Parte, por supuestos incumplimientos en la incorporación del acervo normativo del Mercosur en su legislación interna».