Un niño de 13 años de edad con enfermedad valvular fue sometido a un reemplazo aórtico con pericardio autólogo por técnica de Ozaki; un procedimiento que permite reemplazar la válvula aórtica con los propios tejidos del paciente, evitando uso de prótesis mecánicas o biológicas.
La cirugía se realizó durante una jornada cardiovascular pediátrica realizada en los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), donde intervinieron al niño Roberto Decle.
La madre de Roberto, Ivelisse Pérez, contó que hace cuatro años que el menor empezó a presentar síntomas de su condición y que pasó momentos de mucha desesperación, pero nunca perdió la fe en Dios, y está agradecida primero con Dios y luego con el equipo médico por la atención tan especial que han recibido ella y su hijo.
Asimismo, la coordinadora de la Unidad de Cardiología Pediátrica de CEDIMAT, Rebeca Pérez, explicó que se tomó la decisión de usar esta técnica; para no tener que cambiar la válvula a Roberto que ahora se encuentra en recuperación satisfactoriamente.
También otros 13 niños fueron intervenidos en esta jornada por diferentes afecciones cardiacas. En total, se realizaron ocho cirugías y seis cateterismos, en edades de 1 a 13 años.
Estas intervenciones se realizaron en conjunto con el equipo de Heart Care International; liderado por el doctor Alistair Phillips y el equipo de cardiología pediátrica de CEDIMAT.
También contó con la colaboración económica de la fundación Fondo Para la Niñez David Ortiz.
¿Qué es la técnica de Ozaki?
Según la Unidad de Cardiopatías Congénitas de España, la técnica de Ozaki desarrollada en Japón en el año 2007 por el doctor Shigeyuki Ozaki; es capaz de reconstruir por completo una válvula aórtica con un diámetro mínimo de 13mm, a partir del propio pericardio del paciente. Gracias a las plantillas y patrones para sutura ideados por el galeno; se puede utilizar el propio tejido del niño para crear una nueva válvula aórtica desde cero.
Esta técnica ofrece múltiples ventajas:
- Permite sustituir la válvula aórtica sin tener que depender de una prótesis que requerirá anticoagulación permanente y que no crecerá con el niño.
- Además, en aquellos casos en los que no se disponga de una prótesis de un tamaño adecuado, se evita “hipotecar” la propia válvula pulmonar, conservando así la integridad del resto de estructuras del corazón.
