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Conoce los enemigos de tu salud dental durante las fiestas de Navidad

Conoce los enemigos de tu salud dental durante las fiestas de Navidad
Salud bucan en navidad. Fuente: CDN

Durante los festejos navideños, el cuidado bucal puede pasar a segundo plano. Si a esto le añadimos el consumo frecuente de dulces, frutos secos, alcohol y refrescos, la salud de la dentadura entra en estado de alerta.

Es habitual sentir que, en los días de fiesta, todo está permitido. Asumimos que, por un par de días de descuido, no pasa nada. Pero el abandono de los hábitos de cuidado dental puede traer serias consecuencias para la boca.

Los dulces

Las fiestas de Navidad son una época de muchos postres, dulces, turrones, chocolates, roscas, pasteles y más azúcar. Todas estas delicias navideñas tienen en común este ingrediente que atenta contra la salud oral.

El consumo de azúcar en la época navideña suele incrementarse en la mayoría de los hogares. Según un estudio sobre el gasto medio de las familias españolas en las celebraciones decembrinas, se suele consumir alrededor de 1 kilo de productos dulces en las festividades.

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El alto consumo de azúcares simples no solo afecta nuestra salud general. Esta sustancia sirve de sustrato para las bacterias que viven en la boca, que la aprovecharán para multiplicarse.

Los picoteos

Comer a cada rato es otra de las situaciones propias de la Navidad que atentan contra la salud dental. La mesa servida por largas horas invita a picotear una y otra vez.

En las comidas a cada rato, en el interior de la boca suceden cambios bioquímicos que pueden poner en riesgo la salud oral. Al comer, el pH de la boca disminuye, es decir, se vuelve más ácido.

Nuestra saliva es capaz de neutralizar dicha acidez y así evitar que los dientes se desmineralicen. Pero recuperar el equilibrio oral toma alrededor de 20 a 30 minutos.

Si comemos a cada rato, nuestro mecanismo de defensa no logra alcanzar el equilibrio y la boca permanece ácida. Un pH bajo durante largos períodos de tiempo es capaz de desmineralizar las piezas dentarias.

Las bebidas alcohólicas y carbonatadas

Como ya adelantamos, el consumo de alcohol tiene un efecto deshidratador sobre la boca. Esta sustancia es capaz de disminuir la secreción de saliva y provocar sequedad oral.

Una boca con menos saliva está más desprotegida. Las bacterias aprovechan para proliferar y producir ácidos que afectan la dentadura e irritan las mucosas.

Al consumo de vinos y espumantes se suma otro riesgo más: la posibilidad de sufrir una fractura dentaria por querer abrir la botella con la boca. En estos casos, para evitar accidentes, es fundamental utilizar una herramienta adecuada para destapar.

Alimentos fibrosos y duros

Al pensar en los enemigos de la salud dental que aparecen en la época de Navidad, la consistencia de los alimentos es un factor más a considerar. Las texturas de algunas comidas pueden favorecer el deterioro de las piezas dentarias.

Las carnes fibrosas que se comen en las fiestas pueden terminar atascadas en los espacios entre los dientes. Si no se realiza una adecuada higiene bucodental, la permanencia de estos restos favorece la aparición de caries y gingivitis.

Algunas comidas muy duras, como mariscos, turrones o frutos secos, pueden ocasionar accidentes al morderlos. Las fracturas dentarias, la salida de algún empaste o los daños en la ortodoncia y las prótesis son una posibilidad.

Para evitar los accidentes, no está de más aclarar que las ostras y las nueces no se abren con la boca.

Los descuidos

Las fiestas de Navidad pueden parecer un motivo suficiente para desatender las rutinas de higiene y los hábitos que sostenemos el resto del año. Con esto, los problemas que ya mencionamos se agravan.

Los cambios de horario, la falta de rutinas y la relajación de las fiestas dificultan el mantenimiento de una adecuada higiene dental. Las comidas fuera de casa o irse a la cama a altas horas de la noche, hacen que el cepillado se torne difícil de sostener.

Además, a veces se realiza deprisa, sin prestar mucha atención o se sustituye con un enjuagado. Tampoco se utiliza el hilo dental y los restos de comida se acumulan, favoreciendo el incremento de la placa bacteriana.

Los festejos de Navidad también pueden llevar a que los pacientes con ortodoncia descuiden sus tratamientos. Quienes poseen brackets, aumentan el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de la falta de cuidado de sus frenos.

Postergar las reparaciones dentales para después de las fiestas es una mala idea. Los problemas pueden agravarse y hay probabilidades de sufrir dolor, sensibilidad o cuadros infecciosos que interfieran con el festejo.

Fuente: Mejor con salud

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