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¿Cómo combatir la depresión en Navidad? Conócelo aquí

¿Cómo combatir la depresión en Navidad? Conócelo aquí
Depresión en Navidad. Fuente: Externa

Aunque no está reconocida en los manuales de diagnósticos mentales, profesionales de la salud mental aseguran su existencia

Todo el ambiente se viste de luces y colores, se intercambian regalos y sonrisas, pero hay quienes sufren en silencio en la época de navidad y surge ese estrés abrumador, una tristeza constante y una sensación sombría que contrasta con un ambiente saturado de celebración.

En estos días, es común recordar a quienes ya no están con nosotros. Además, otros factores, como los conflictos familiares, las preocupaciones económicas, el malestar por asuntos personales no resueltos e incluso el peso de la soledad, a menudo, empañan el espíritu navideño.

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Depresión de Navidad: definición, síntomas y estrategias para combatirla

La depresión blanca, también llamada «depresión navideña» o «blues de Navidad», no es reconocida por los manuales de diagnósticos mentales. Sin embargo, la mayoría de los profesionales de la salud mental aseguran su existencia.

De hecho, algunos la consideran como una forma de Trastorno Afectivo Estacional (TAE), señalando al invierno y la menor exposición a la luz solar como los responsables de estos estados depresivos. Pero, ¿qué pasa con quienes tienen la Navidad bajo el sol del verano? Parece que aquí hay más que solo un asunto climático.

La depresión de Navidad es una condición psicológica marcada por el desánimo, la negatividad y el abatimiento durante estas festividades. No todas las personas se sienten a gusto en las calles iluminadas con luces rojas y verdes, ni entre las multitudes comprando regalos en los centros comerciales.

No es que te conviertas en un auténtico Grinch por capricho. La depresión blanca no surge a raíz del odio a estas fechas, sino de la tristeza en Navidad que afecta a muchas personas. Es algo más frecuente de lo que pensamos y, de hecho, el número de casos aumenta cada año.

Síntomas de la depresión navideña

Experimentar una tristeza continua, una sensación de soledad, sumergirse en un estado melancólico marcado por añoranza y la pesadumbre y tener cambios bruscos en el estado anímico, —como enfados o ataques de ira repentinos— son algunos de los síntomas emocionales de la depresión blanca.

A nivel comportamental, se observa un nivel de estrés elevado durante las compras, cenas y reuniones familiares. Asimismo, se presenta una preferencia por el aislamiento, junto con alteraciones en el sueño, como el insomnio o hipersomnia.

Por otro lado, algunos de los síntomas cognitivos más habituales son:

Pérdida total del interés en las fiestas de Navidad: La persona considera estas festividades como inútiles o solo orientadas al marketing.

Pensamiento negativo y catastrófico: Se proyectan situaciones adversas o desfavorables en diferentes áreas de la vida y el balance general se enfoca en los aspectos negativos.

Rumiación sobre pérdidas y ausencias. La persona no puede dejar de pensar en los seres queridos que ya no están a su lado y tienen muchas dificultades para sobrellevar el duelo en Navidad.

Fatiga mental: Incrementa la sensación de niebla mental, manifestada como una percepción de desorientación o agotamiento.

Estrategias de salud mental para enfrentar esta Navidad

Primero lo primero: Si sientes que está temporada está teniendo un impacto considerable en tu bienestar y no te sientes con los recursos necesarios para abordar la situación, no dudes en pedir ayuda a un profesional de la salud mental. Un proceso psicoterapéutico puede ser de gran ayuda.

Prioriza el autocuidado y practica el «no»

Las compras, la preparación de comidas, la búsqueda de regalos, la asistencia a compromisos sociales y una lista interminable de actividades. Es muy fácil sentirse abrumado entre tanta vorágine. En medio de este caos, es crucial recordar que tu bienestar es primordial.

Ajusta tus expectativas

La Navidad no siempre luce como en las películas de Hollywood, ¡y eso está bien! Redefine tus expectativas de manera realista, reconociendo que las festividades pueden ser tan diversas como las historias en la vida real. No te impongas estándares irreales sobre cómo deberían ser las cosas o lo que deberías haber logrado en esta temporada.

Valida tus emociones y necesidades

Está permitido sentirse triste con la llegada de Santa. No hay una manera «correcta» o «incorrecta de vivir la Navidad». Recuerda que tienes la libertad de elegir con quién deseas celebrar y de qué forma.

Si prefieres pasarla con amigos cercanos en lugar de familiares, o si decides crear tus propias tradiciones, es válido. Haz lo que resuene contigo y te brinde auténtica tranquilidad.

Cuida tu diálogo interno

Si te encuentras repitiendo pensamientos como «todo va a salir mal, este nuevo año será peor que el anterior, esta tristeza me va a matar…», es crucial detener ese patrón. Es momento de racionalizar los pensamientos, desactivar enfoques negativos y desafiar creencias irracionales que solo te hacen daño.

Busca apoyo social

Es importante que te mantengas en contacto con las personas que te rodean, ya que la soledad puede exacerbar los pensamientos negativos y las emociones displacenteras. Busca la compañía de amigos, familiares o incluso de grupos de apoyo comunitario.

Pide ayuda y resignifica la Navidad

No hay reglas establecidas sobre cómo se debe vivir la época navideña; cada uno puede elegir sus propios términos en función de sus preferencias y necesidades. Por eso, en lugar de dejar que las exigencias externas definan la temporada, puedes transformar la experiencia en un tiempo de conexión, autocuidado y descanso.

Por último, recuerda que pedir ayuda es un paso valioso en este proceso. No dudes en solicitar acompañamiento especializado, si lo consideras necesario.

Fuente: Mejor con Salud

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