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Madonna: “Gracias por reconocerme en medio de un sexismo flagrante”

Madonna: “Gracias por reconocerme en medio de un sexismo flagrante”
Madonna: “Gracias por reconocerme en medio de un sexismo flagrante”

Es verdad que Madonna no tiene una voz prodigiosa. Nunca la ha tenido ni pretende tenerla. Pero cuando se trata de poner los puntos sobre las íes, denle un micrófono y revolucionará el planeta.

Luchando contra el discurso que considera que Madonna ha dejado de ser relevante en el mundo de la música, que las nuevas generaciones no saben quién es, Billboard ha decidido este 2016 nombrarla la mujer del año. Y el discurso que la reina del pop dio el pasado viernes en Nueva York, y que se ha emitido este lunes en la televisión estadounidense, demostró que tenían razón, pues hizo una sagaz radiografía de lo que todavía hoy significa ser una mujer en el show business.

«Aquí estoy ante todos ustedes, como un felpudo. Quiero decir, como una mujer dedicada al entretenimiento», arrancó tras una cariñosa introducción por parte del periodista de la CNN Anderson Cooper.

Ese cañonazo fue el primero de muchos. «Gracias por reconocer mi capacidad para sobrellevar 34 años de carrera en medio de un sexismo flagrante y una misoginia y abusos constantes», prosiguió, y explicó por qué una reina sufre más guillotinazos que el rey o incluso que el príncipe. «Un momento. ¿Acaso no estaba Prince por ahí con medias de rejilla, tacones, lápiz de labios y enseñando el culo? Sí, sí estaba. Fue entonces cuando entendí que las mujeres no tienen tanta libertad como los hombres», añadió.

Es cierto que Madonna supo sacar partido a la polémica para difuminar sus carencias en otros campos. Que puso los pelos como escarpias a la comunidad católica cuando besó a un santo negro en Like a Prayer, que escandalizó al mundo entero al publicar un álbum con sus fantasías sexuales en el libro Sex o que sigue enseñando los pechos a la primera de cambio. Pero hoy en día, los ataques son quizá más inmisericordes que nunca por una simple razón que ella subrayó: no solo es mujer, sino que se está haciendo mayor. «Creo que lo más polémico que he hecho es seguir aquí», aseguró refiriéndose a que sigue viva, publicando material e intentando reinventarse en cada disco sin vivir de las rentas a sus 58 años. Y, además, sigue reivindicando su sexualidad.

«Puedes vestirte como una prostituta, pero no ser dueña de tu propia sexualidad o hablar abiertamente de tus propias fantasías sexuales. Tienes que ser lo que los hombres quieren que seas y, sobre todo, hacer lo que las mujeres creen que es lo correcto cuando estás con otros hombres», continuó y, así, extendió su crítica a la misoginia femenina, pues recordó las críticas que recibió de la escritora feminista Camille Paglia por cosificar la sexualidad de la mujer. “O sea, que si eres feminista no tienes sexualidad, tienes que negarla. Olvídalo. Soy un tipo diferente de feminista. Una mala feminista”, aseveró.

«Lo que me gustaría decir a todas las mujeres que están aquí hoy es: las mujeres han sido oprimidas desde hace tanto tiempo que creen lo que lo hombres dicen sobre ellas (…) Como mujeres tenemos que empezar a apreciarnos a nosotras mismas y la valía de las demás. Aliarnos con otras mujeres fuertes y buscar mujeres de las que aprender, con las que colaborar, de las que inspirarnos e iluminarnos. La solidaridad verdadera entre mujeres es un poder en sí mismo», concluyó.

 

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