Muchas atrocidades ha vivido la humanidad a través de la historia, pero NO me refiero a los desastres naturales que son el resultado de la madre naturaleza, ¡NO!, sino a todos aquellos sucesos en los que se han perdido vidas humanas a consecuencia de acciones llevadas a cabo por la maldad y perversidad de los seres humanos.
Si bien la Primera y Segunda Guerra Mundial mostraron lo que la humanidad es capaz de hacer por “poder”, las noticias y hechos tardaban mucho en dar la vuelta al mundo… De hecho, aún se desconocen hechos y realidades sobre lo sucedido en aquellas épocas, algo que ya NO pasa en estos días como resultado de los avances tecnológicos… y los atentados del 11 de septiembre fueron una muestra de ello.
Aún recuerdo aquel día… Salía de la Universidad con destino a mi trabajo cuando en la estación de radio comenzaron a narrar -EN VIVO- lo que se estaba presenciando en Nueva York.
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No recuerdo otra vez, en la que un suceso de esta índole se estuviese narrando “en vivo” y, a pesar de que las redes sociales (como las conocemos hoy) aún no existían, los medios de comunicación digitales difundían -de forma permanente- todo lo que estaba sucediendo.
El hecho de que los seres humanos pudiésemos estar “viviendo” dicha situación (aunque fuese a distancia) nos cambió… a todos.
Por primera vez la humanidad vivió lo que es la crueldad en vivo y a todo color…
Si bien -por lógica- podemos afirmar que el siglo XXI comenzó el 1ro. de enero de 2000, soy un convencido que en realidad el presente siglo comenzó con los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Desde aquel entonces, la humanidad atestiguó lo que un ser humano es capaz de hacer por odio y por defender e imponer sus creencias.
De igual forma, opiniones se cambiaron, así como modos de vida…
- Antes sospechábamos que el mundo estaba dividido… Hoy, lo sabemos.
- Antes creíamos que la maldad tenía límites… Hoy, sabemos que no los tiene.
Y mientras pensábamos que las “guerras religiosas” habían quedado en la época de las Cruzadas, hoy seguimos viviendo en un mundo en el que existen seres humanos que odian a otros -sencillamente- por tener creencias diferentes.
