Santiago, Chile.- Un planteo osado permitió a Ecuador desnudar serias vulnerabilidades en la defensa de Chile y convirtió al arquero Claudio Bravo en una de las figuras del dueño de casa en la jornada inaugural de la Copa América.
Ecuador cayó 2-0 en el Estadio Nacional, pero no sin antes dar varios sustos a los chilenos.
Se sabía que Chile atacaría con todo por ser el local y enfrentar a un equipo que tiene un técnico nuevo y no figura entre los candidatos a llegar lejos.
Gustavo Quinteros, quien asumió en enero, no obstante, tenía una sorpresa bajo la manga. El estratega argentino le cedió la iniciativa a los chilenos, pero se aseguró de que siempre hubiese gente arriba, lista para lanzar el contragolpe y también para evitar un asedio total de su rival, obligando a los defensores chilenos a quedarse retrasados para controlar el contragolpe, la principal arma de Ecuador.
La táctica funcionó, ya que Chile no atacó en malón y dependió casi exclusivamente de lo que pudiese inventar Alexis Sánchez.
«Me voy conforme, evitando pensar en los goles, que fueron errores nuestros», declaró Quinteros.
El primero fue por un penal contra Arturo Vidal. «Dudosa la jugada, queda a criterio del árbitro, no quiero opinar», se limitó a decir el técnico.
El segundo, anotado por Vargas tras recibir un pase de Sánchez, llegó porque los ecuatorianos perdieron un balón en el medio.
En el otro lado de la cancha, Ecuador estuvo varias veces cerca del gol, sobre todo por las subidas de Jefferson Montero por la izquierda. Montero superó cuantas veces quiso a Mauricio Isla, pero sus centros no encontraron un definidor. Enner Valencia estrelló un cabezazo en el horizontal, en tanto que Bravo tuvo que volar hacia su derecha para despejar un remate de Fidel Martínez y tuvo numerosas salidas oportunas de su valla para tapar entradas de jugadores ecuatorianos.
«Me gustó el orden a partir de los 20 o 30 minutos. Nos faltó generar situaciones, mantener posesión del balón en campo rival, jugar más adelantados, pero tuvo mucho que ver que Chile no nos dejó», dijo Quinteros.
«Montero fue desequilibrante y generó situaciones que no supimos aprovechar», agregó. «Nos falta juego asociado».
Quinteros dijo que Chile arrancó el partido con superioridad numérica en el mediocampo, pero que logró corregir esa falla a la media hora al retrasar a Miller Bolaños como volante izquierdo.
«Pero retrasamos demasiado a Bolaños y perdimos peso arriba», indicó.
Si bien mostraron bastantes limitaciones técnicas, en todo caso, los ecuatorianos cumplieron al pie de la letra con la estrategia diseñada por su técnico y con eso les bastó para sembrar dudas acerca del verdadero potencial de Chile.
