CIUDAD DEL VATICANO— En declaraciones a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el papa insistió el domingo en que los pederastas deben ser castigados «severamente». Francisco calificó la pederastia como una «tragedia» y dijo que «no hay que tolerar los abusos a los menores». «Hay que defender a los menores y castigar severamente a los abusadores», añadió.
Francisco, sin embargo, no mencionó los escándalos de abusos a menores en la propia Iglesia católica, en especial los casos en los que los obispos —de forma sistemática— transfirieron a los sacerdotes pederastas a otras parroquias en lugar de informar a las autoridades de justicia. Los grupos de víctimas han exigido que Francisco castigue a esos obispos.
El pontífice saludó a una organización italiana dedicada a luchar contra el abuso a menores de edad.
Los italianos se vieron conmocionados recientemente por la muerte de una niña de 6 años, cerca de Nápoles, quien fue lanzada desde el tejado de un edificio de ocho pisos después de resistirse a su violador.
La autopsia reveló que la niña sufrió abuso sexual crónico. Los investigadores sospechan que los vecinos sabían de los abusos, pero que no dijeron nada a la policía.