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Reforma migratoria no está garantizada para 2014

WASHINGTON — El presidente de la cámara de representantes, John Boehner, rehusó a garantizar que la reforma migratoria ocurrirá en 2014 mientras que activistas insistían el jueves sus intentos de presionarlo a abordar el tema cuanto antes a través de un ayuno y movilizaciones de niños en las inmediaciones del Congreso, 20 de los cuales ingresaron hasta la oficina del jefe de la bancada republicana.

Al mismo tiempo, 28 legisladores demócratas solicitaron en una carta al presidente Barack Obama que suspenda más deportaciones vía administrativa ante el estancamiento en que ha caído la propuesta de ley.

El republicano por Ohio John Boehner dijo en conferencia de prensa que «he aprendido hace mucho tiempo a no hacer muchas predicciones desde este podio» cuando un reportero le preguntó si está seguro de que la reforma migratoria ocurrirá el año próximo.

Pese a que Boehner recordó haber expresado su compromiso a aprobar una reforma migratoria durante los últimos 13 meses, activistas celebraron diversas manifestaciones con la intención de presionarlo a abordar el tema lo antes posible.

El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización.

Unos 20 niños ingresaron a la oficina del jefe de la bancada republicana, Eric Cantor, para solicitarle que convoque cuanto antes un voto para una reforma migratoria.

Los niños entonaron canciones en el interior de la oficina a la espera de que el representante por Virginia los recibiera, pero fueron desalojados por la policía del Congreso.

Una de participantes en la protesta fue Yareli Márquez, de 15 años, junto a su hermana Liz Márquez, de 9 años.

La estudiante de secundaria dijo a AP que su mensaje para Cantor y la bancada republicana es que «somos el futuro y los próximos votantes, y no queremos que separen a nuestras familias».

Márquez señaló estar aterrada porque su padre, oriundo de México y único sostén de su hogar, enfrenta una orden de deportación.

La protesta de los niños fue organizada por el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FAIR por sus siglas en inglés), cuya portavoz Kica Matos indicó a AP que «no nos iremos a ninguna parte y continuaremos los actos de desobediencia civil hasta que veamos una reforma migratoria».

Entretanto, el representante por Arizona Raúl Grijalva encabezó un grupo de 28 demócratas que solicitaron a Obama que suspenda las deportaciones de aquellos inmigrantes no autorizados que reúnan los requisitos para beneficiarse del proyecto de reforma aprobado por el Senado en junio.

«Adoptar una medida enérgica hacia la suspensión (de deportaciones) nos movería en la dirección desde donde el debate debería empezar», señala la misiva.

La Casa Blanca ha reiterado su negativa a ampliar un programa creado en junio del 2012 para suspender las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización durante su niñez, alegando que la única solución definitiva es una reforma legislativa.

Desde que Obama llegó a la Casa Blanca, las deportaciones alcanzaron un promedio anual sin precedentes cercano a las 400.000, las cuales impactan de manera especial a la comunidad hispana, según varias organizaciones.

La encuestadora Gallup reportó el jueves que el índice de aprobación de los hispanos a Obama descendió en noviembre 23 puntos respecto al 75% del que gozó cuando fue reelecto en noviembre del 2012.

Para el sondeo fueron entrevistadas vía telefónica 14.352 adultos mayores de 18 años residentes en Estados Unidos, y 1.185 hispanos, con un margen de error de cuatro puntos porcentuales.

Una coalición de siete organizaciones propulsoras de una reforma migratoria elogió los esfuerzos de Grijalva por detener las deportaciones, y criticó con dureza al grupo de congresistas hispanos por no haber suscrito la solicitud.

Arturo Carmona, director de Presente.org dijo en un comunicado que «nuestros líderes deben poner a la comunidad antes que a su partido. Llegó el momento de que el Caucus Hispano (grupo de legisladores hispanos) deje de disimular y comience a pedirle al presidente abiertamente y con fuerza que pare las deportaciones».

El grupo de 26 legisladores hispanos, presidido por el texano Rubén Hinojosa, prefirió no emitir comentarios cuando AP le preguntó por qué no suscribió la solicitud encabezada por Grijalva.

El nombre de Hinojosa aparece entre los firmantes al final de la carta pero el espacio para su firma quedó vacío, en una versión distribuida por la oficina de Grijalva.

Además de Grijalva, solo 3 de los 26 integrantes actuales del Caucus Hispano firmaron la solicitud enviada a Obama. Filemón Vela la firmó, pero el texano renunció al grupo en julio.

Y en una carpa instalada a escasos metros del Capitolio, seis activistas se mantenían en ayuno por una reforma migratoria desde el lunes, cuando reemplazaron a otros tres activistas que se habían limitado a ingerir agua desde el 12 de noviembre.

El congresista demócrata por Florida Joe García inició el jueves un ayuno de 24 horas en solidaridad a los seis activistas, reemplazando al demócrata por California Juan Vargas, quien también ayunó 24 horas.

García planea dar paso el viernes al demócrata por California Mark Takano en otra jornada de ayuno solidario.

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