SANTIAGO, Chile — Uno de los peores incendios que haya afectado al vecino puerto de Valparaíso dejó cuatro muertos, al menos 500 viviendas destruidas y 300 hectáreas de terreno arrasadas, en tanto que la presidenta Michelle Bachelet declaró zona de catástrofe a la localidad.
El alcalde la ciudad, Jorge Castro, dijo que se trata del peor incendio de la ciudad-puerto que se recuerde en las últimas décadas, cuyo combate se dificultaba el domingo por la topografía del terreno, que consta de varias calles planas rodeadas de cerros llenas de viviendas, 120 kilómetros al noroeste de Santiago.
«Esta es la peor catástrofe que he visto», comentó el intendente (gobernador) regional, Ricardo Bravo. «Ahora tememos que el fuego se propague hasta el centro de la ciudad, lo que aumentaría la seriedad de la emergencia», añadió.
La autoridad militar, facultada por la presidenta Bachelet para mantener el orden y la seguridad de las personas, decretó la ley seca y ordenó el cierre de todos los locales nocturnos del puerto.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, informó pasadas las 05.00 de la madrugada que el gigantesco incendio dejó cuatro muertos, tres hombres y una mujer.
Algunos bomberos habían perdido sus viviendas a causa de las llamas.
El dantesco espectáculo se incrementa con los constantes cortes de energía eléctrica que dejaron a oscuras la ciudad, alumbrada por gigantescas lenguas de fuego que se levantan en los cerros e iluminan la ciudad, habitada por sobre 250.000 personas.
Los albergues habilitados por las autoridades se hicieron pocos y se está pidiendo a los damnificados que se trasladen a otros lugares de acogida o a casas de familiares.
La gente evacuada, con bebés en sus brazos y niños de las manos, también lloran la pérdida de sus mascotas como perros y gastos. Se estima, según cifras preliminares entregadas por Peñailillo, que los desplazados superan las 5.000 personas, cantidad que se estima subirá notoriamente.
El descontrolado incendio es combatido por bomberos, policías uniformados y personal de la Corporación Forestal, mientras infantes de marina, armados y en trajes de combate patrullan las partes planas de la ciudad para mantener el orden y evitar robos y se están trasladando hacia los cerros.
Ante el denso humo que envuelve la cárcel de Valparaíso, nueve presas embarazadas fueron sacadas hacia un penal de la cercana ciudad de Quillota. Otras 204 mujeres empezaron a ser evacuadas en la madrugada hacia un recinto deportivo del puerto, mientras la población penal masculina, poco más de 2.700 personas, permanecerá en el recinto, informó el comandante de la policía de prisiones Tulio Arce.
El incendio se inició a media tarde del sábado en la cercanía del cerro La Pólvora, y se fue extendiendo rápidamente por efecto de las fuertes ráfagas de viento que hicieron que brazas ardientes saltaran quebradas y se propagaran a otros cerros.
En la madrugada del domingo una lluvia de cenizas caía sobre la ciudad, y aumentaban los niños y ancianos con problemas respiratorios.
El vecino balneario de Viña del Mar fue declarado en alerta máxima ante la cercanía de las llamas y porque el viento puede trasladar plumillas ardientes con mucha facilidad.
Las autoridades están conscientes de que con las primeras luces del domingo el panorama dantesco se acentuará y probablemente aumentarán las casas y hectáreas arrasadas en Valparaíso, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.
