SANTO DOMINGO.-En República Dominicana, la Cámara de Cuentas, encargada de salvaguardar los recursos públicos, se encuentra bajo la atención mediática por escándalos protagonizados por sus miembros, acusaciones de ingobernabilidad y presunta intromisión de intereses personales. A pesar de su responsabilidad de fiscalizar los recursos del Estado, la atención se ha desviado hacia las polémicas internas.
En abril de 2021, el Senado juramentó a los integrantes de la Cámara de Cuentas, quienes tenían la tarea de satisfacer las expectativas de transparencia demandadas por el pueblo. Sin embargo, las denuncias de obstaculización de auditorías dentro del organismo han sido planteadas por su propio presidente, Janel Ramírez.
“Esa es una elección que le correspondió al Poder Legislativo. El Poder Legislativo está integrado por los representantes que el pueblo eligió en las urnas. Nosotros queremos la mejor cámara de cuenta. Mejoremos la integración del Congreso Nacional. Quienes integran ese Congreso, elijamos gente que tenga criterios a la hora de escoger esos miembros de los que yo mencionaba criterios de solvencia, ética, moral, de capacidad de gerencia”, puntualiza Jose Horacio Rodríguez, diputado de Opción Democrática.
Pleno Cámara de Cuentas
Entre los funcionarios de la Cámara de Cuentas se encuentran Janel Ramírez como presidente, Elsa María Catano Ramírez como vicepresidenta, Tomasina Tolentino de Mckenzie como secretaria, Mario Fernández Burgos y Elsa Peña como miembros. Sin embargo, las críticas y cuestionamientos han surgido en relación con la idoneidad y la presencia de posibles conflictos de interés de estos funcionarios.
Elsa María Catano Ramírez, además de su cargo en la Cámara de Cuentas, tiene antecedentes en la Contraloría General de la República y en el sector privado. Su esposo, Marcelino Rijo Guzmán, ha sido condenado por corrupción. Catano tiene varios hermanos que ocupan cargos públicos, lo que ha generado sospechas de nepotismo.
Tomasina Tolentino de Mckenzie, por su parte, ha tenido una carrera en el sector público, ocupando cargos en el Ministerio de Hacienda y el Tribunal Constitucional. Sus hijos también son empleados estatales, lo que ha generado críticas sobre posibles influencias familiares.
Elsa Peña, otra miembro de la Cámara de Cuentas, ha tenido una trayectoria en la administración pública, ocupando cargos en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales y la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Su hermano también trabaja en una entidad estatal.
Mario Arturo Fernández Burgos, el cuarto miembro, es el fundador de una organización civil, pero ha sido señalado por su cercanía con el partido en el poder.
Estos cuestionamientos y vínculos familiares han puesto en entredicho la independencia y la transparencia de la Cámara de Cuentas en República Dominicana. Los ciudadanos y diversos sectores de la sociedad exigen una selección de funcionarios más rigurosa y la implementación de medidas efectivas para garantizar la rendición de cuentas y la correcta fiscalización de los recursos públicos.