Santiago, RD.- Las cicatrices de niños que sufren quemaduras van más allá de lo físico. Estos, de acuerdo con profesionales, quienes afirman que tendrán secuelas emocionales, que a lo largo de los años los afectarán de no trabajarlas a tiempo.
Las huellas de las quemaduras en niños y adolescentes, no serán únicamente en la piel, trascenderán a lo emocional, afectando la salud mental de quien la padezca.
Según especialistas, estos pacientes requieren de terapia psicológica o psiquiátrica para enmendar el trauma.
Cerca de 300 pacientes que requieren de internamiento, se registran anualmente en la unidad de quemados Dra. Thelma Rosario en el hospital pediátrico Arturo Grullón.
Las cifras son alarmantes, tomando en cuenta que las situaciones pudieran evitarse. Pues en su mayoría son accidentes que implican a niños con líquidos calientes y fuego.
Uno de los más recientes casos es el de un infante de 3 años, que sufrió quemaduras de segundo grado en 9% de su cuerpo, cuando su propio padre prendió fuego a la casa en la que vivía junto a su madre, quien murió.
Esta criatura con el paso de los años deberán intervenirlo quirúrgicamente para reconstruir su piel y mejorar el aspecto, también requerirá de mucha terapia para lograr superar la carga del trauma de saber que su progenitor fue el responsable.
Agrega un listado de noticias o resumen de esta noticia.
