Organizaciones políticas y de la sociedad civil coinciden en que el Gobierno debe eliminar la Oficina de Ingenieros Supervisores del Obras del Estado (OISOE) y adjudicar esa responsabilidad al Ministerio de Obras Públicas.
Afirman que esa institución solo ha servido para fomentar la corrupción y que el reciente suicidio de un arquitecto es prueba de ello.
El suicidio del arquitecto David Rodríguez García fue el detonante que volvió a poner en el ojo del huracán a la OISOE, donde estaría operando una supuesta mafia con las cubicaciones.
Para el movimiento Justicia Fiscal y otras organizaciones políticas, el lamentable caso deja al descubierto y una situación a la que habría que poner freno.
Con impotencia Ernesto García afirma que el ahogamiento económico de muchos ingenieros por el atraso en el pago de las cubicaciones, también los arrastra a ellos.
Por lo pronto, la Jefatura de la Policía Nacional, anunció que pondrá a disposición del Ministerio Publico las dos personas que figuran en las notas manuscritas dejadas por el arquitecto antes de quitarse la vida, por una deuda superior a los seis millones de pesos.
Se recuerda que este no es el primer escándalo que sacude a la OISOE. Con anterioridad hubo denuncias de que el ex director Pimentel Karet utilizaba su posición para extorsionar ejecutivos del Banco Peravia a través de una hija suya.