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Dos asaltos en menos de una semana, ¿Seguridad Nacional está en Jaque? | Desclasificado

El Distrito Nacional y Santiago de los Caballeros, las ciudades más importantes del país resultaron sumidos en el pánico con dos asaltos a dos de las entidades financieras más poderosas. En una semana, dos bancos resultaron asaltados a mano armada, desatando el pánico y una profunda preocupación. Esto deja las interrogantes de si estamos ante un cambio de patrón en la delincuencia. Qué lecturas importantes dejan estos hechos y de paso, la lucha contra la inseguridad tropieza nueva vez con los intercambios de disparos.

  • José Luis Estrella Arias
  • Richard Michell Estrella Arias (Occiso)
  • Alberto Ezequiel Estrella Arias
  • Eddy Enmanuel Segura Arias
  • Johan Belliard Aybar (Occiso)
  • Danny Manuel Pimentel de la Cruz (Asalto Banreservas)
  • Wilmi Pie (Asalto Banreservas)
  • Joel Tontanilla García (Asalto Banreservas)
  • Carlos Rafael Rodríguez Báez (Asalto Banreservas)
  • Gregorio Núñez Polanco (Asalto Banreservas)
  • Jairo de Jesús Estévez Rodríguez

Todos tienen en común estar detrás de dos asaltos bancarios ocurridos en intervalo de menos de una semana en el país.

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La tarde del lunes 3 de junio, cuando la tranquilidad de la avenida Gregorio Luperón esquina Olof Palme resultó brutalmente interrumpida por un atraco en la sucursal del Banco Popular. Cuatro delincuentes, en tan solo dos minutos y ocho segundos, sembraron el caos y la incertidumbre en el Distrito Nacional.

Siendo las 4:36 en punto, una yipeta negra se detuvo frente al banco. De ella descendieron tres hombres que, uno a uno, ingresaron a la sucursal con una precisión alarmante. El cuarto individuo permaneció en el vehículo, listo para la huida.

Dentro del banco, los asaltantes sometieron al agente de seguridad en cuestión de segundos, cargando con RD$5,465,829.00 y US$3,755.00.

El escenario tenía mucho en común con otro que había estremecido la ciudad de Santiago en menos de una semana antes.

Asalto al Banco de Reservas

El viernes 24 de mayo, alrededor de las 1:00 de la tarde, siete asaltantes, armados y vestidos de negro, se dispusieron a ejecutar un plan meticulosamente orquestado. Los imputados, identificados como Danny Manuel Pimentel de la Cruz, Wilmi Pie, Joel Tontanilla García, Carlos Rafael Rodríguez Báez, Gregorio Núñez Polanco, Gerardo Antonio Ramírez García y Yerry Manuel González García, iniciaron su recorrido criminal en un Hyundai Sonata gris, conducido por Pimentel de la Cruz.

Ambos asaltos no solo dejaron a las sucursales del Banco Popular Olof Palme con Luperón y Banco de Reservas del Supermercado la Fuente con pérdidas materiales, sino que generaron una profunda sensación de inseguridad entre los residentes y comerciantes de la zona.

En ese sentido, el experto en seguridad, Damián Arias Matos, precisó, “Ambos tienen características en comunes, ambos tienen cosas diferentes. Ya estos asaltos del siglo XXI no tienen el elemento ideológico que tenían los asaltos de hace 50 años. Estos son asaltos meramente globalistas, asaltos mercantiles para ganar dinero. En ambos casos se establecen que hay una estructura formal y hay una planificación… Es un asunto organizado”

La preocupación de la población es legítima, si un banco puede ser asaltado así, ¿qué seguridad queda al resto.  ¿Cómo es posible que un grupo de delincuentes pueda burlar a las autoridades en una zona tan céntrica?».

Arias Matos expresa que estos, antes de realizar un asalto, asisten al lugar para visualizar el panorama completo y poder tener ventaja ante la situación.

Los asaltos bancarios apuntan a un alto nivel de planificación y participación de individuos con entrenamiento profesional, lo que es un desafío para nuestras fuerzas de seguridad.

Aunque todos están identificados, la población ha quedado con un sin sabor sobre la seguridad, lo que deja un rastro de incertidumbre.

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Asaltos y desafío a la seguridad nacional

Esta serie de asaltos no es solo un ataque a las instituciones bancarias, sino un desafío frontal a la seguridad nacional. Los bancos son templos de una sociedad, por lo que los hechos indican que debe hacer una reevaluación del sistema.

La captura de los responsables se convirtió en la tarea de las primeras horas, ahora el restablecimiento de la confianza en la seguridad pública es la prioridad máxima. ¿Estamos ante un cambio de patrón en la delincuencia?

Cuando la población se encontraba a espera de resultados de la investigación sobre el asalto al Banco Popular. El informe policial presumía haber triunfado con el informe de la muerte de Richard Michell Estrella Arias y Johan Belliard Aybar, con lo que el juicio se perdía del recurso de dos testigos estrella que ya no presentarían sus versiones. El tema no es un caso aislado, al menos 30 presuntos delincuentes han sido abatidos por la Policía Nacional en los primeros meses de 2024, en medio de los llamados intercambio de disparos, una situación que lleva a preguntar si realmente fueron intercambios de disparos o ejecuciones extrajudiciales en muchos de los casos, según el derecho internacional humanitario, una ejecución extrajudicial o extralegal es un caso de violación a los derechos humanos que consiste en el homicidio de manera deliberada de una persona.

La reciente ola de jóvenes que han perdido la vida en supuestos intercambios de disparos con la Policía Nacional,  en los últimos meses de este año, ha dado mucho de qué hablar ya que no hay elementos conocidos para determinar si se considera inminente la necesidad de quitarles la vida y no esperar a que resulten juzgados por los hechos cometidos.

Harold Modesto del Observatorio Judicial Dominicano

“Se le denomina intercambio de disparos a la muerte de una persona cuando coincide con una autoridad como la policía por ejemplo y ejerce la fuerza y ese es el resultado, a eso es lo que llamamos intercambio de disparos, que sucede la sociedad está dividida, una parte de la sociedad entiende que la delincuencia se enfrenta de esa manera,  otra parte entiende que la forma correcta es que si una persona es apresada sino ofrece resistencia, si no hay que usar la fuerza entonces sea sometido judicialmente, que sea la justicia, sea el Poder Judicial, que sea el ministerio publico quien persiga”, expresa Harold Modesto, director Observatorio Judicial Dominicano, Funglode.

Con los últimos fallecimientos de personas señaladas en hechos delincuenciales y criminales, el director del Observatorio Judicial Dominicano, lamenta que la Policía Nacional mantenga los mismos métodos de ejecuciones extrajudiciales. Ya que los agentes policiales no tienen la facultad para decidir sobre la vida de una persona que ha violentado la ley.

“Cada vez que fallece un joven, que está teniendo comportamientos reprochables y es sometido a la justicia entonces tiene una oportunidad, que es el sistema que se enfoca en la reinserción y la resocialización si lo condenan, entonces pueda buscar la manera de atender ese problema que llevo a ese joven a desviarse, ahora cuando se dan los intercambios de disparos, sobre todo si se auspicia una persecución y eliminar al sujeto desde el estado evidentemente ni vamos a entender el problema, no vamos a encontrar una solución y vamos a seguir auspiciando la violencia”, destacó Modesto.

96 personas muertas en 2023 a manos de policías

En el 2023, al menos 96 personas cayeron abatidas supuestamente a manos de la uniformada, aunque el número es mayor según la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Estos señalan que República Dominicana en el 2023  terminó con 156  ejecuciones extrajudiciales cometidas por agentes de seguridad del estado.

“En muchos casos la persona se resisten a la autoridad y bueno hay que usar la fuerza haciendo un ejercicio legítimo de la fuerza, ahora hay casos en los que evidentemente no, y voy a citar un ejemplo, no hace mucho tiempo hubo  unos jóvenes, digo jóvenes porque sus edades eran bastantes bajas, y esos jóvenes pertenecían a la Dirección General de Control de Drogas, nosotros tuvimos acceso a videos, lo conoció la sociedad completa, donde se apresaron vivos, luego aparecieron muertos, pero uno nota que la sociedad dominicana no se pregunta, que aconteció ahí”, director del Observatorio Judicial Dominicano, Funglode.

El reglamento sobre el uso de la fuerza policial, establece en  su  Párrafo I, que el uso de la fuerza por los miembros de la Policía Nacional, es excepcional; legalmente podrán hacer uso de la fuerza en la medida en que razonablemente sea necesaria según las circunstancias, para la prevención de un delito, para efectuar la detención legalmente autorizada o en flagrante delito, o para ayudar a efectuarla; no podrán usarla cuando exceda esos límites, de conformidad a lo establecido en las leyes.

“Eso auspicia que, sencillamente cuando acontezcan esos hechos se normalicen, entonces si muere un joven en un denominado intercambio de disparos y no nos interesamos por lo que aconteció ahí, que tiene con que por ejemplo, el Ministerio  Publico, si hay alguna duda, procurando que haya más confianza en las instituciones investigue lo que ya aconteció y nos diga a nosotros como sociedad  precisamente que aconteció”, Harold Modesto.

Intercambios de disparos  

El uso de la fuerza desproporcionada por parte de agentes policiales, es cuestionable cuando en los últimos años cientos de personas han muerto en los denominados intercambios de disparos, casos que han movido a preocupación y provoca cuestionar cómo personas que resultaron capturadas o intentaron ser capturadas para fines de investigación de un supuesto delito terminaran sin vida y sin saber qué paso exactamente: intercambio de disparos, defensas policiales o ejecuciones encubiertas?

Aún a espera de la medida de coerción para este martes, muchos elementos del caso serán dignos de análisis en su fase judicial. Proceso al que se presentarán acusados de asociación de malhechores, robo con violencia, uso ilegal de arma de fuego y violación a la ley 631-16. Esta sobre control y regulación de armas, municiones y materiales relacionados.

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