Santo Domingo, RD. -A casi tres semanas del mortal siniestro, San Cristóbal no ha logrado retornar del todo a la normalidad. Un ejemplo de eso son los comerciantes en las inmediaciones de la denominada zona cero que aseguran han sido olvidados por las autoridades y sus negocios están al borde de la quiebra.
Tras la explosión, sus fachadas aún conservan las secuelas de este siniestro. Las ventanas cubiertas aun se encuentran con madera, así como cintas adhesivas en las puertas de cristal.
Asimismo, a 18 días de este hecho, algunos locales se mantienen cerrados y los que han logrado reabrir aseguran las ventas están en el suelo. Esto, debido a que el cierre de la calle Padre Ayala limita el flujo de clientes.
Desesperados ante la situación denunciaron, además, que no han sido tomados en cuenta para las ayudas anunciadas por el gobierno.
Hedor, gusanos y moscas en zona de explosión
Reiteraron su mal estar por el fuerte hedor, gusanos, moscas y otros insectos que invaden el área de la explosión.
Destacar que, los moradores en el sector aseguran temen por su salud, ya que «unos gusanos que parecen lagartos de largo» están en el área y se proliferan por las ruinas de la tragedia.
De igual forma, la zona de la explosión también esta invadida por moscas, otros insectos y un hedor putrefacto que no es tolerable.
Los que residen en las proximidades se quejan de lo incómodo que estar expuestos a la contaminación que allí se genera.
Finalmente, los residentes de la zona cero temen se desaten brotes de enfermedades. Piden a las autoridades intervenir la zona del siniestro.
