El embajador dominicano ante la Santa Sede, Víctor Grimaldi, calificó al Gobierno del profesor Juan Bosch como el más honesto que ha tenido el pueblo dominicano en toda su historia y ratificó al Gobierno de Estados Unidos como el responsable de haber ordenado su derrocamiento en 1963.
La consideración fue hecha por Grimaldi a propósito de cumplirse este 25 de septiembre, 56 años del golpe de Estado al profesor Juan Bosch en un artículo titulado “El papel de los Estados Unidos en el Golpe de Estado contra Bosch”, publicado en Vanguardia del Pueblo Digital.
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El autor del libro “Golpe y Revolución” dijo que el caso del golpe dominicano de 1963 fue muy característico ya que las órdenes de arrestar y deponer al presidente Bosch les fueron dadas a los jefes militares dominicanos después de una discusión que sostuvieron con él en el Palacio Nacional en la madrugada del 25 de septiembre de 1963.
“Las órdenes de arrestar a Bosch fueron dadas por Anthony Ruiz (que NO era Dan Mitrione, agente de la CIA ejecutado en Uruguay por los Tupamaros. Mitrione estuvo en la República Dominicana después de 1965)”, explicó.
Reveló que Ruiz, de origen hispanoamericano, era el Consejero de la AID en materia de seguridad pública en 1963 y que estos detalles se los reveló el General de la Policía Nacional Benito Monción Leonardo, fallecido hace pocos años.
Apuntó que en el momento que fue arrestado Bosch en el Palacio Nacional también estaba allí con Ruiz el Coronel militar norteamericano Fritz Long, asesor de Defensa de la Embajada de los Estados Unidos, y esa presencia de Long ya había sido indicada por Bosch tiempo después en sus escritos que señalan al Gobierno de Estados Unidos como el responsable de haber ordenado su derrocamiento.
“Los Estados Unidos en 1963 no toleraban el ejercicio independiente y soberano del Poder. Con esta premisa los asesores policiales y militares norteamericanos dieron instrucciones a los Jefes Militares de la República Dominicana de derrocar a Bosch”, explicó.
Agregó que Juan Bosch se le cuestionaba su posición de neutralidad frente a los conflictos que sostenía el Gobierno Norteamericano frente a Cuba y los Países aliados de la Rusia Soviética.
