El fatídico incidente que tuvo lugar el 14 de agosto en San Cristóbal, en el que se registró una explosión que resultó en la pérdida de 34 vidas y dejó a 59 personas heridas, se desencadenó presuntamente por la emanación de gases combustibles provenientes del calentamiento de plásticos acumulados en la empresa Vidal Plast.
Según un informe preliminar emitido por el Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, los gases acumulados no pudieron ser ventilados adecuadamente. Esto llevó a una peligrosa acumulación a lo largo del tiempo, aumentando la posibilidad de un incendio o una explosión.
El informe también señala que los gases generados por el sobrecalentamiento de los plásticos incluyen metano y etileno, ambos altamente inflamables. La investigación indica que el epicentro de la explosión se localizó en la intersección de la calle Padre Ayala y Jacinto J. Peynado.
Las ondas expansivas generadas durante el incidente se dirigieron hacia los lados y el techo de la estructura. Éstas lanzaron partículas incendiadas hacia edificios cercanos, lo que resultó en incendios en los locales afectados.
El informe hace referencia a imágenes de vídeo recopiladas y analizadas por la comisión investigadora para respaldar sus conclusiones.
Presencia de gases carburantes
Destaca que las explosiones iniciales fueron seguidas por deflagraciones que generaron ondas expansivas adicionales. Esto resultó en daños a edificaciones y vehículos en las cercanías.
La cantidad significativa de calor liberada durante el evento sugiere la presencia de una gran cantidad de gases combustibles acumulados en la zona.
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En relación con la aparente falta de detección de gases inflamables después del incidente, el informe explica que es una ocurrencia normal. Principalmente porque estos gases se consumen por el fuego mismo, eliminando cualquier rastro de su presencia.
El informe también resalta un siniestro previo en el mismo lugar en marzo, relacionado con la generación de vapores. En esa ocasión, se encontró un producto llamado peróxido orgánico 5,2, que es altamente reactivo a la humedad, cambios de temperatura y chispas. Hecho que lo hace inflamable y potencialmente explosivo.
Las autoridades informaron a los propietarios de la empresa sobre la necesidad de retirar los materiales almacenados debido a su peligrosidad y a las condiciones inseguras en las que se encontraban en ese momento.
