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China estrena vuelo chárter a una de las islas disputadas con Vietnam

China estrena vuelo chárter a una de las islas disputadas con Vietnam
China estrena vuelo chárter a una de las islas disputadas con Vietnam

China ha dado un paso más en su política de hechos consumados para legitimar sus reclamaciones territoriales sobre uno de los archipiélagos en el Mar del Sur de China. La aerolínea Hainan Airlines estrenó este miércoles un vuelo chárter que comunica la ciudad sureña de Haikou con la isla de Woody (Yongxing en mandarín), la más grande de las Paracel, cuya soberanía también reclaman Vietnam y Taiwán.

China tiene un aeropuerto en este enclave desde hace años, pero su ampliación para poder acoger aviones más grandes terminó en mayo. Hasta ahora su uso era exclusivamente militar, pero el pasado viernes las autoridades aprobaron los vuelos civiles. Menos de una semana después ya se ha inaugurado a bombo y platillo la primera conexión, un vuelo diario de ida y vuelta que servirá para «mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los funcionarios de la isla y de los soldados».

Pekín controla de facto las Paracel desde 1974, tras una breve batalla con tropas del entonces Vietnam del Sur. En 2012, el gigante asiático intensificó sus reclamaciones en el mar de la China Meridional e incluyó el archipiélago entre sus «intereses nacionales básicos». En la práctica, se dotó a Sansha, la principal ciudad de la isla de Woody, de una mayor importancia administrativa y la colonia de personal civil y militar creció hasta las 2.500 personas. Según Pekín, Sansha es el centro neurálgico de una prefectura de 20 kilómetros cuadrados de tierra y dos millones de kilómetros cuadrados de agua, en otras palabras, la capital del mar del Sur de China.

En Sansha hay una escuela, un hospital, y hasta una calle comercial -la Avenida de Pekín- que cuenta con supermercados, sucursales bancarias y tiendas de las principales compañías de telefonía chinas, según han descrito los medios oficiales. Desde 2013 hay cruceros turísticos que zarpan desde Hainan y llegan hasta el archipiélago, una travesía de 300 kilómetros que para en tres islas distintas de las Paracel. El viaje está vetado a extranjeros y los nacionales chinos que quieran realizar este particular recorrido patriótico deben cumplir ciertas condiciones.

El vuelo inaugurado el miércoles tiene una duración de una hora y diez minutos y cuesta 1.200 yuanes por trayecto (unos 165 euros). No se ha especificado si cualquier ciudadano podrá volar a este polémico enclave. Este febrero Taiwán y Estados Unidos aseguraron que China había desplegado misiles tierra-aire en la isla, algo que Pekín no confirmó. Los líderes chinos mantienen que las instalaciones tanto en las Paracel como en las Spratly tienen un uso mixto civil y de defensa, e insiste en que «no busca la militarización de las islas».

El control chino de las Paracel ha provocado varios episodios de tensión con Vietnam. Muchos los protagonizan barcos de ambos países que navegan por zonas que consideran de su país y que difícilmente van a más. En 2014, sin embargo, la instalación por parte de Pekín de una plataforma petrolífera en aguas disputadas desató una oleada de protestas antichinas que terminó con ataques a decenas de fábricas y negocios chinos. Durante estos disturbios murieron cuatro ciudadanos de la República Popular y un centenar más resultaron heridos.

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