Barack Obama ha sido el presidente de Estados Unidos –y probablemente del mundo– que mejor se ha sabido vender en televisión: cada una de sus apariciones es un muestrario de carisma, humor inteligente y saber estar. Algo que enamora al telespectador. Claro que esas apariciones no son inocentes, todas tienen una clara intención política. Y así lo demostró en su última entrevista en el popular late show de Jimmy Kimmel.
En esta ocasión el presidente leyó varios mensajes, que lo comparaban con bandas de pop e incluso lo culpaban por la poca funcionalidad de un acondicionador.
Barack Obama es el ‘Nickelback’ de los presidentes.
Obama no podría negociar una Whooper sin pepinillos.
Estoy seguro que a Obama le gusta la mostaza en sus hot dogs porque es asqueroso.
Mi mamá compró un nuevo acondicionador y apesta, no está acondicionando nada, culpo a Obama.
Barack Obama es el sharknado de los presidentes. Ruidoso, estúpido y sobre valorado.
Obama no dudó en atacar con fino sentido del humor al candidato republicano. El todavía presidente leyó en directo un tuit del magnate Donald Trump que decía: «Obama se irá como quizá el peor presidente en la historia de Estados Unidos».
La respuesta del demócrata fue directa: «De acuerdo Donald Trump, pero al menos quedaré en la historia como un presidente». Y acto seguido hizo el gesto que le ha convertido en un popular meme de la Red, el «Obama out», aunque esta vez no tiró ningún micrófono.
Sección cruel
El presidente se sometió a una de las pruebas del programa de Jimmy Kimmel conocida como «mean tweets», un reto en el que los invitados leen en directo los mensajes más ofensivos que le han mandado sus seguidores por la red social.
En este caso no se trató de un mensaje de un troll. Al menos no de uno anónimo. Fue directamente un insulto, uno más, del candidato republicano. Algo que Obama aprovechó en sus propios intereses, no solo respondiéndole entre risas, sino que además defendió y elogió Hillary Clinton, la candidata rival.
Durante el programa, Obama también quiso recordar la divertida visita de Bill Murray a la Casa Blanca. «Entró al despacho oval con una camiseta del equipo de béisbol de los Cubs. Yo normalmente no lo permitiría [Obama es fan de un equipo rival] primero porque la mayoría de la gente viene en traje y corbata… Y porque yo no me rozo con una camiseta de los Cubs», explicó entre risas.
