La Policía Federal brasileña detuvo este viernes al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras registrar varias de sus propiedades acusado de corrupción.
Entre las localizaciones registradas se encontraban su domicilio particular, la casa de su hijo mayor Fabio Luiz y otras residencias cuya propiedad se le atribuye a su familia, según informaron hoy fuentes oficiales.
La operación está enmarcada en las investigaciones de corrupción en la estatal Petrobras. El juez federal Sergio Moro, está a cargo de la investigación sobre una red que se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares de las arcas de la petrolera.
Según medios locales, al mismo tiempo también se estarían registrando la sede del Instituto Lula y el domicilio de su hijo mayor, Fabio Luiz. Un total de 2 00 agentes y 30 auditores de Hacienda estarían investigando el caso.
Asimismo, de acuerdo con la Policía Federal, Lula está obligado a colaborar y ofrecer información en esta nueva fase de la ‘Operación Lava Jato’, que ha salpicado a las principales empresas y a destacados políticos del país.
Según algunos medios, el exmandatario reaccionó con tranquilidadal ser informado de que era objeto de una orden de traslado coercitivo para prestar declaración.
En la operación, bautizada Aletheia en referencia a la expresión griega que significa “búsqueda de la verdad”, participaron unos 200 policías y 30 auditores de Hacienda, que cumplen órdenes judiciales en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro y Bahia.
La presión ha ido creciendo sobre el expresidente de Brasil. El sábado pasado, en la fiesta del 36º aniversario del PT, en Río de Janeiro, Lula dio señales de que esperaba que la Policía Federal lo llamase a declarar por sospechas de corrupción relacionadas con el caso Lava Jato. Lula expresó su temor de que la Justicia levante su secreto bancario y revele informaciones fiscales y registros telefónicos. “Si ese es el precio que tengo que pagar para probar mi inocencia, lo hago. Solo quiero que después me den un certificado de idoneidad”, dijo en tono irónico, para deleite de la audiencia.
El expresidente brasileño, que ha decidido defenderse atacando, insinuó también el sábado que las investigaciones en su contra son puramente mediáticas.
La Policía Federal sostiene que Lula está obligado a colaborar y ofrecer información en esta nueva fase de la operación Lava Jato, que ha salpicado a las principales empresas y a destacados políticos del país.
