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Aumenta el flujo de cubanos en Centroamérica rumbo a EEUU

SAN JOSE, Costa Rica (AP) — Tras el reciente deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana, muchos cubanos han decidido intentar llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica, un recorrido complejo en el que la ilusión de una vida mejor los sostiene ante los difíciles obstáculos que enfrentan.

Así, como parte de ese flujo, esta semana 1.600 de ellos quedaron detenidos en la frontera sur de Costa Rica luego de que las autoridades de ese país decidieran no emitir más citaciones a los que arribaban sin visa.

Dichas citaciones se daban para que los extranjeros llegaran a San José a tramitar su deportación, pero empezaron a ser utilizadas por bandas dedicadas al transporte ilegal de migrantes con el fin de hacerlos atravesar el territorio costarricense rumbo a Estados Unidos, explicó Kattia Rodríguez, la directora de la Dirección de Migración y Extranjería, en declaraciones a The Associated Press. De esta forma, las autoridades del país ya no las emitieron.

Tras la medida, Costa Rica empezó a detener en sus fronteras a los viajeros sin visa, quienes se fueron acumulando en los puestos de migración ante la imposibilidad de enviarlos de vuelta a Panamá, país que según las autoridades costarricenses rechazó su reingreso.

Los 1.600 migrantes cubanos, que desde el martes se encuentran en el puesto fronterizo de Paso Canoas, recibirán una visa de tránsito extraordinaria por siete días por parte de las autoridades costarricenses, informó el viernes dicha agencia del gobierno.

Unos 350 cubanos más acudieron a la sede central de la Dirección de Migración en San José para atender la cita de deportación. Ochenta y cinco fueron deportados el jueves y al menos 100 fueron puestos en autobuses el viernes para llevarlos hasta el puesto fronterizo de Peñas Blancas, el límite entre Costa Rica y Nicaragua.

«Las 100 personas que fueron deportadas el día de hoy encontraron la frontera con Nicaragua cerrada, ya que esa nación decidió no permitir su ingreso», se afirma en un comunicado de la Dirección de Migración.

Para los ahora varados en la frontera con Nicaragua, la Cruz Roja, junto al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Ministerio de Salud, instalaron un campamento con el fin de cubrir sus necesidades básicas.

Las autoridades costarricenses esperan que los cubanos que reciban la visa extraordinaria de tránsito el sábado puedan ser recibidos sin problema en Nicaragua.

Según la directora de Migración, Costa Rica ha registrado un importante incremento en la cantidad de migrantes cubanos que pasan por su territorio en busca de alcanzar Estados Unidos a través de Centroamérica y México.

«El puerto de entrada de este flujo migratorio es Ecuador y hacen tránsito irregular por los demás países. Estamos recibiendo una afluencia intensa de cubanos», comentó Rodríguez.

En lo que va del año, Costa Rica reporta el paso de 13.000 cubanos por su territorio, cifra que contrasta con los 5.600 que recibieron la citación de deportación el año anterior. A esto se debe sumar un número desconocido de quienes lograron pasar sin ser detectados en las fronteras.

El ministro de Seguridad de Costa Rica, Gustavo Mata, atribuyó la gran cantidad de cubanos varados en la frontera sur del país a la consecuencia de la detención y condena de una banda -formada por costarricenses en su mayoría- dedicada a transportar a estos migrantes de frontera a frontera.

De acuerdo con Mata, la banda también se dedicaba a la trata de personas y el tráfico de drogas, por lo que su caída genera un vacío que probablemente intenten llenar otras organizaciones criminales.

«No sabemos qué va a pasar», afirmó.

Romel y Yosema González, unos esposos de 34 y 31 años respectivamente, le comentaron a la AP cómo decidieron aventurarse en busca del «sueño americano» tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, pues dicho cambio les generó incertidumbre sobre lo que pueda pasar.

Se restablecieron las relaciones diplomáticas, pero no se retiró el bloqueo comercial, afirmó Romel González.

«Incluso la moneda podría cambiar, y yo no quisiera ver como eso pase desde adentro; lo quiero ver desde afuera», afirmó.

Su ruta también comenzó en el sur, con un vuelo comercial hacia Ecuador -país que no les exige visa- y desde el cual iniciaron un recorrido por tierra que los llevó a pasar las fronteras de Colombia y Panamá, siempre con la misma estrategia: atravesar sin visa hacia la siguiente frontera.

Pero esta vez algo falló y en la frontera de la que menos esperaban trabas, según dijeron, fue en la que quedaron retenidos si saber si podrán seguir el camino.

Se quejan de los bajos ingresos que perciben en Cuba y de un sistema que, si bien les dio formación como profesionales universitarios, los condenó a ser taxista y artesana.

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