Tras partir de Lydd, en el sureste de Inglaterra hacia las 08H15 GMT, el pequeño bimotor eléctrico, bautizado E-Fan, aterrizó en el de Calais-Dunquerque a las 08H56.
Casi 106 años después de la primera travesía en avión de La Mancha por parte del aviador francés Louis Blériot, este vuelo de 74 kilómetros de recorrido fue realizado por su compatriota Didier Esteyne. «Fabricar y hacer volar un avión como éste» era «un gran sueño», declaró Esteyne tras su llegada, eso sí rechazando cualquier comparación con la hazaña de Blériot en 1909.
«Esta máquina nos permitirá solucionar el problema del ruido en los entrenamientos y nos permite también dar un paso adelante en el control de los gases de efecto invernadero. Son los dos problemas medioambientales de la aviación. Desde este de vista, este día ha sido simbólico», comentó Patrick Gandil, director general de la DGAC (Dirección General de Aviación Civil), saludando un «logro industrial».
Presentado por primera vez en junio de 2013 en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, cerca de París, el aparato es un prototipo de avión biplaza a propulsión eléctrica, desarrollado por Voltair, filial de Airbus Group, y apoyado por el gobierno francés en el marco del programa ‘Nueva Francia Industrial’, desvelado en septiembre de 2013.
El avión, que ya ha realizado un centenar de vuelos desde abril de 2014, pesa 600 kilogramos, tiene un largo de 6,7 metros y sus alas una envergadura de 9,5 metros. Dispone de dos motores alimentados por baterías de ion de litio polímero de 250 voltios, instaladas en las alas, las que proveen una potencia total de 60 kW, permitiéndole volar a una velocidad de crucero de 160 km/h y a una máxima de 220 km/h.
Este nuevo modelo de avión será ensamblado en Pau (sureste de Francia), en una nueva fábrica cuya construcción comenzará en 2016, y se prevé desarrollar en las próximas décadas modelos capaces de trasladar a decenas de pasajeros.
Como anécdota, Hugues Duval, un copiloto de la compañía aérea Air France, indicó haber logrado el jueves una hazaña similar al mando de una avión eléctrico bautizado E-Cristaline. Sin embargo, este aparato no realizó la travesía íntegra, sino que fue lanzado ya sobre el mar desde otro avión.
