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Hacker se pone en huelga de hambre mientras espera juicio

BOSTON.- Un hombre que reconoce haberse infiltrado en la red informática del Hospital de Niños de Boston hace dos años, lo que le costó a la institución miles de dólares, está realizando una huelga de hambre en la cárcel donde aguarda juicio.

Martin Gottesfeld dijo que su acto fue una protesta contra el trato de una adolescente atrapada en una batalla por su custodia entre el estado de Massachusetts y sus padres. Dijo que su huelga de hambre, que lleva tres semanas, también quiere llamar la atención sobre otras dos causas: el trato a los jóvenes perturbados en las instituciones y los «enjuiciamientos políticos» por parte de fiscales que considera se extralimitan en sus funciones, como la fiscal federal en Massachusetts, Carmen Ortiz.

Gottesfeld quiere que los candidatos presidenciales prometan proteger a los niños enviados a centros residenciales de tratamiento, hospitales psiquiátricos y otras instituciones. Dijo que no se debería enjuiciar a la gente por delitos que él considera inocuos, como Aaron Swartz, acusado de usar la red del MIT para bajar millones de artículos de un archivo académico con la intención de publicarlos en la web. Swartz se suicidó en 2013 mientras aguardaba el juicio.

Gottesfeld dijo a The Associated Press vía telefónica que no volverá a comer sino cuando se cumplan sus reclamos, aunque reconoce que en ocasiones ha tomado caldo de pollo, Gatorade y bebidas sin alcohol. Dice que su peso ha bajado de 95,5 a 82,5 kilos.

«Amo mi vida y amo mi esposa, ansío volver a ella, pero esta causa es más importante que cualquier individuo. El sufrimiento de estos niños debe cesar y el enjuiciamiento de estos activistas también debe cesar», dijo desde la cárcel en Central Falls, Rhode Island, donde aguarda el juicio.

Gottesfeld será instruido formalmente en una corte federal de asociación ilícita y de causar daños intencionalmente a computadoras protegidas.

Dijo que realizó el ataque al hospital y otro a la Red de Apoyo Juvenil y Familiar Wayside de Framingham en protesta por el trato de la adolescente Justina Pelletier.

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